Los comerciantes y manteros del barrio de Flores mantienen una disputa que lleva varios años. Desde los negocios reclaman competencia desleal y falta de pago de impuestos de quienes ocupan las calles centrados en las avenidas Nazca y Avellaneda.
Por su parte, los manteros piden que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires los regularice y les dé un lugar físico para desarrollar sus actividades. Según datos de la Policía de la Ciudad y la Agencia Gubernamental de Control (AGC), durante el último año se cumplieron numerosos desalojos de las calles que incluyeron a unos 2200 manteros ubicados entre Nazca, Avellaneda y Yerbal.
Esta situación llevó a reiteradas protestas de los manteros que lograron representación y voz propia desde el Sindicato de Vendedores Ambulantes.
El conflicto
"Mientras la Ciudad insista con los desalojos y la prohibición nosotros volveremos todos los días con las mantas y distintas acciones para visibilizar el reclamo que es simplemente volver a trabajar como lo hicimos siempre", declaró el secretario general del Sindicato de Vendedores Ambulantes, Omar Guaraz, en una de las últimas protestas.
Del otro lado, los comercios rechazan la mercadería "ilegal" de los manteros y los precios más bajos debido a que no pagan impuestos de local. Esto llevó a que varios locales vendan la misma mercadería a precio de costo para equiparar la competencia de la manta. Además, esta situación produjo disputas que pasaron desde amenazas de ambos lados hasta la violencia verbal y física.
"Los vecinos no pueden transitar por que hay manzanas que se han convertido en una enorme y extensa feria de ropa, zapatos y zapatillas y alimentos. Lo mismo que sucede en Balvanera en la zona de Once", resaltó la presidenta de la ONG Buenos Vecinos, Gloria Llopiz.
Manteros vs Comerciantes
Un informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) detalló que la Avenida Avellaneda es el principal centro de CABA donde los manteros realizan su actividad.
"En Flores hay un conflicto de contraposición de derechos del espacio público. Los comerciantes reclaman que ellos pagan sus impuestos y tienen derecho a tener el frente despejado de su vereda. En un punto todos tienen razón, porque los manteros también necesitan trabajar", explicó la titular de Derechos Urbanos de la Defensoría del Pueblo, Bárbara Rossen.
"Los manteros nos roban las ventas. Ellos deberían alquilarse un local, estar en las mismas condiciones que nosotros y vender todo lo que quieran", reflexionó Gabriela Yemal, una de las comerciantes de la zona.
En diálogo con Sebastián Davidovsky, una de las manteras, Dionicia Huanca, dio su punto de vista acerca de la cuestión. "Hace 30 años que estoy en la zona y nunca tuve conflicto con los comerciantes. Yo les pido permiso para ubicarme en la puerta de sus negocios y si te dejan te quedás, sino te tenés que ir", explicó Dionicia.
Por su parte, la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires, (FECOBA) relevó unos 450 manteros en las calles de Flores, que llegó a 5 mil para fechas como Navidad y Año Nuevo.
Esta cantidad entra en conflicto con los 7.500 locales registrados en el barrio, de los cuales un 45% son fabricantes. Los vecinos también denuncian loteos de veredas con alquileres pagos a mafias locales y connivencia policial.