Lácteos rebajados: la advertencia de los expertos

La crisis económica en la que está sumergida la Argentina tiene su impacto en la producción de alimentos y, con la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, los lácteos rebajados ganaron terreno.

Se trata de productos que, si bien están habilitados por el Código Alimentario Argentino, están compuestos por menos nutrientes y son elaborados por materia prima de baja calidad.

¿Qué son los lácteos rebajados?

La nutricionista Natalia Escames explicó a IP Noticias que se tratan de "productos con concentración láctea de materia prima de muy baja calidad". "No son completos y no cubren las necesidades", detalló y agregó que están elaborados con "agregados de conservantes como sodio, emulsionantes, colorantes, grasa bovina y azúcares".

Consecuencia de la crisis

La presidenta de Acción del Consumidor (ADELCO), Claudia Collado, relacionó la exposición de estos productos en las góndolas de los supermercados a una consecuencia de la crisis. "Los consumidores están expuestos, no ganan lo suficiente para comprar los productos que necesitan para una alimentación saludable". 

Es que, según detalló la especialista existen "diferencias de precios de entre el 40% y el 60% en lácteos rebajados y productos reales".

"Argentina es un país productor de alimentos, donde la producción de leche y quesos siempre fue un orgullo nacional. ¿A quién se le iba a ocurrir que íbamos a terminar dándole a nuestros hijos productos que no son ni leche, ni manteca, ni queso?", cuestionó. 

¿Qué hacer frente a esta situación?

En la mayoría de los casos, estos productos son exhibidos con publicidad engañosa: sus rotulados suelen ocultar la información nutricional. Ante esta situación, el abogado Jorge Surín recomendó "denunciar ante la ANMAT".

"Omitir información necesaria para el consumidor hace que no se sepa de qué se trata el producto y que sea una publicidad engañosa. Hay que prestar atención al rotulado y denunciar ante la ANMAT", sostuvo. 

Por su parte, la licenciada en Nutrición Natalia Escames propuso "entrenar a los consumidores" para que aprendan a "leer el rotulo nutricional y comprender los ingredientes de cada producto".