El futbolista iraní Nasr-Azadani fue condenado a muerte por participar en protestas

El futbolista iraní Amir Nasr-Azadani fue condenado a muerte tras participar en las protestas por los derechos para las mujeres.

El futbolista iraní Amir Nasr-Azadani fue condenado a muerte tras participar en las protestas por los derechos para las mujeres.

El delito del que se lo acusó al exfutbolista del Rah-Ahan, de 26 años, fue de "estar enemistado con Dios" al ser detectado como uno de los participantes de las protestas. El Gobierno de Irán lo ejecutará con un ahorcamiento público.

La noticia mereció el inmediato repudio del Sindicato de Futbolistas (FIFPRO), que tiene 65 mil representados y se compone de 66 sindicatos a nivel mundial.

"FIFPRO está conmocionada y asqueada por las informaciones de que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo", señaló el sindicato en un comunicado.

Irán disolvió la policía de la moral

El Gobierno de Irán anunció la disolución de la policía de la moral, implicada en la muerte de Mahsa Amini, y activistas opositores desestimaron la medida por considerarla insuficiente.

El fiscal general de Irán, Mohammad Jafar Montazeri, informó que la unidad policial especial que condena el incumplimiento del código de vestimenta sería desar    ticulada. Ante esto, organizaciones de derechos humanos advirtieron que las normas represivas continuarán por parte de otras fuerzas del orden.

El anuncio llega después de una ola de propuestas iniciadas el 16 de septiembre por el fallecimiento de Ahmini, quien había sido detenida por la policía de la moral por no cubrir correctamente su cabello.

Un día antes, autoridades gubernamentales aseguraron que revisarían la ley de 1983 que establece el velo obligatorio para las mujeres, tanto iraníes como las extranjeras, obligadas a cubrirse el pelo con un velo y llevar ropa holgada en público.

En este marco, lo dicho por el fiscal fue considerado como un intento de aplacar las manifestaciones, que dejaron cientos de muertos entre represión y hechos de violencia. 

El reclamo de activistas y organizaciones de DDHH

El rechazo a la respuesta del fiscal advierte, entre otras cosas, que la dirección de la policía de la moral es una potestad del ministerio del Interior y no por el poder judicial.

Por otra parte, se sostiene que incluso si se disuelve la unidad, su supresión no supondría ningún cambio en la política iraní de imponer el velo obligatorio a las mujeres. 

Roya Boroumand, cofundadora del grupo de derechos humanos Abdorrahman Boroumand Center, con sede en Estados Unidos, señaló que "a menos que eliminen todas las restricciones legales sobre la vestimenta de las mujeres y las leyes que controlan la vida privada de los ciudadanos, esto es sólo una medida de relaciones públicas".

"Aunque no haya policía de la moral, nada impide que otras fuerzas del orden apliquen estas leyes discriminatorias", observó la activista en declaraciones a AFP. 

En esa línea, el analista de Irán para Democracy for the Arab World Now (DAWN), Omid Memarian, remarcó la importancia de las leyes religiosas en el país. "Abolir esas leyes y estructuras significaría un cambio fundamental en la identidad y la existencia de la República Islámica", sostuvo.