Los últimos datos oficiales indican que hay 94.883 personas encarceladas en Argentina. Este ámbito es considerado como el de mayor vulnerabilidad de los derechos humanos.
Por otra parte, la tasa de encarcelamiento nacional detalló que hay 213 privados de su libertad por cada 100 mil habitantes. Este número lleva 10 años de crecimiento ininterrumpido.
"Si no le damos herramientas en el encierro a estas personas, cuando vuelven al medio libre, tienen una doble complejidad: a la que tenían cuando llegaron a la cárcel, se les suma la que vivieron en el contexto de encierro", destacó el abogado Andrés López Batalla, coordinador de la ONG Justicia Restaurativa Argentina.
"Reparar para no repetir"
El trabajo de Justicia Restaurativa Argentina tiene como objetivos la "administración de una justicia moderna, ágil, eficaz, sin trabas burocráticas" que logre alternativas al sistema penitenciario y consiga reinsertar positivamente a las personas.
Según el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), casi la mitad (48%) de la población carcelaria en nuestro país está alojada en unidades y alcaidías de la provincia de Buenos Aires.
"Hoy trabajamos con las poblaciones de encierro más vulnerables como las mujeres trans. Lo que vemos es que la complejidad que tuvieron en el medio libre también se reproduce dentro del contexto de encierro. Nuestro propósito es reparar para no repetir", destacó Batalla en diálogo con Paloma Bokser para Imagen Positiva.
Derechos humanos
La ONG busca que exista una justicia de carácter restaurativo intersectorial. Esto significa que todos los agentes políticos, judiciales y sociales que intervienen en el proceso carcelario trabajen en conjunto para reinsertar a las personas privadas de su libertad. Además, se hace foco en la necesidad de respetar los derechos humanos de las personas en situación de encierro.
"La justicia restaurativa no da solamente una respuesta punitiva como solución al delito. Lo aborda a través de cuestiones como la responsabilidad del causante, la reparación del daño y el restablecimiento de las relaciones afectadas por el conflicto", destacó Batalla.
Hacinamiento y encierro
Otro de los principales problemas mencionados por la ONG es el hacinamiento que empeora las condiciones de vida de las personas privadas de su libertad.
"No estoy de acuerdo con que se sigan construyendo cárceles, pero en la provincia de Buenos Aires hay plazas para 27 mil presos y hoy tenemos 43 mil. Es un problema realmente complejo que debe ser tratado con la interseccionalidad que merece el tema", destacó el abogado.