Ezequiel Lo Cane es fundador del proyecto Casa Justina e impulsor de la Ley 27.447. La normativa regula las actividades relacionadas con la obtención y utilización de órganos, tejidos y células de origen humano en Argentina.
Se conoce como Ley Justina y fue denominada así en conmemoración a la lucha de Justina Lo Cane, hija de Ezequiel, quien falleció a los 12 años en noviembre de 2017, tras cuatro meses de espera por un trasplante de corazón.
En el video, la historia que cambió la vida de Ezequiel, en primera persona.
Multiplicate X7 y Casa Justina
Mientras acompañaba a la niña en el proceso, el padre de otros tres hijos identificó las dificultades a las que se enfrentan los pacientes en lista de espera. A partir de esa experiencia, decidió actuar para fomentar la concientización y mejorar las oportunidades de acceso a trasplantes.
El primer paso fue el lanzamiento de la campaña Multiplicate X7, impulsada por Justina y su padre en agosto de 2017. Esa base motivó a Ezequiel y su familia a elaborar el proyecto para una nueva ley de trasplante de órganos, presentado finalmente en abril de 2018 y sancionado el 4 de julio de ese año.
Al mismo tiempo, Ezequiel ideó y desarrolló Casa Justina: un espacio de contención para personas trasplantadas y sus familiares. La organización nuclea a diversos actores del mundo del trasplante para fomentar el acceso a la información, capacitaciones, oportunidades de trabajo y acciones solidarias.
El objetivo es llevar el proyecto a la zonas reconocidas con mayor demanda de transplantes. Actualmente, cuenta con sedes en Mendoza y la ciudad de Buenos Aires, y están en proceso las inauguraciones en La Plata y la Matanza, ambas en la provincia de Buenos Aires; y en Córdoba, Tucumán y Santa Fe.
Rumbo a cuatro años de la Ley Justina
La Ley Justina impactó positivamente en las estadísticas de 2019, primer año completo en que se aplicó.
Según constató el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), hubo un total de 883 procesos de donación, que permitieron a 1.945 pacientes en lista de espera acceder a las intervenciones que necesitaban.
Esto representó un incremento anual del 26%, y ese año el país alcanzó una tasa de 19,6 donantes por millón de habitantes, la más alta de su historia.
En 2020, producto de la pandemia de coronavirus y su impacto en la actividad de los centros de salud, la cantidad de donantes por cada millón de habitantes bajó a 7.93; una baja mayor al 42%. Al año siguiente el sistema se recuperó en un 40%, con un total de 1.366 trasplantes de órganos y corneas.
En 2022 se realizaron 677 donaciones y 1681 trasplantes de órganos en toda la Argentina, llevando la tasa de donación nacional a 16,2 donantes por millón.