Estados Unidos queda frente a China en el conflicto entre Rusia y Ucrania
A días del primer aniversario de la guerra en Ucrania, los movimientos diplomáticos de Estados Unidos (EE.UU), Rusia y China revelaron una escalada de tensión que, en ese marco, ubica frente a frente a los países que presiden Joe Biden y Xi Jinping.
En una visita sorpresa a Kiev, el presidente estadounidense se reunió con su par ucraniano, Volodimir Zelenski, y anunció públicamente el envío de más apoyo militar para la defensa de ese país. Dicha muestra de apoyo confirmó el rol de EE.UU como principal proveedor directo e indirecto de armamento a Ucrania.
En paralelo, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, advirtió sobre la posibilidad de que China esté planeando "brindar apoyo letal" a Rusia. La advertencia fue desmentida por autoridades del país asiático, que a su vez reprocharon el claro posicionamiento estaodunidense y de la OTAN del lado de Ucrania.
A esos cruces se sumó un anuncio importante del presidente ruso, Vladimir Putin, durante un discurso de alcance nacional. El mandatario aseguró que Rusia suspenderá su participación en el tratado de control de armas nucleares New Start III, el único que mantiene con EE.UU.
El tratado START y el rol de China como potencia nuclear
En su tercera versión renovada en 2021, el tratado START celebrado entre Rusia y EE.UU establece las condiciones para el desarme nuclear de ambas potencias.
En ese sentido, limita los arsenales de los dos países a un máximo de 1.550 ojivas desplegadas, cifra que actualmente incumplen ambos. Además, incorpora un régimen de revisiones mutuas y de otros países.
Aunque China no forma parte del START, el acuerdo funciona, desde su inauguración en 1991, como parámetro internacional de cooperación en materia de control de armamento nuclear.
El país asiático cuenta con un arsenal mucho menor a los de Rusia y EE.UU, y en muchas ocasiones se negó a participar del tratado debido a la disparidad de armamento.
Con mayor intensidad en las últimas décadas, el Pentágono estadounidense ha advertido sobre la expansión del potencial nuclear chino: según su informe anual emitido en 2021, China podría pasar de sus actuales 400 ojivas operativas a tener más de 1.500 en 2035.
En este marco, especialistas en seguridad advierten que la ruptura del START significará mayor dificultad a posibles acuerdos entre China y EE.UU, lo que sumaría a la tensión geopolítica por los roles de ambos en el conflicto entre Rusia y Ucrania.