Paro y protestas en Uruguay por la reforma previsional que impulsa el Gobierno

La central sindical PIT-CNT de Uruguay convocó un paro general en rechazo a la reforma para retrasar de 60 a 65 años la edad jubilatoria. El proyecto impulsado por el Gobierno espera la media sanción del Parlamento.

La central sindical PIT-CNT de Uruguay convocó a un paro general y una movilización en contra del proyecto de reforma previsional que impulsa el gobierno de Luis Lacalle Pou.

La protesta se dirigirá hacia el Palacio Legislativo, donde la Cámara de Diputados votará por la media sanción que resta para la promulgación definitiva.

"Nos están invitando directamente a trabajar más años porque nos aumentan la edad para jubilarnos y a cobrar menos", denunció el titular del Sindicato Único de Telecomunicaciones (Sutel), Gabriel Molina, integrante de la conducción de PIT-CNT.

El proyecto de reforma de la seguridad social

El gobierno uruguayo impulsó la normativa que propone, entre otras reformas, aumentar la edad de retiro laboral de 60 a 65 años en una escala gradual que tiene en cuenta la fecha de nacimiento.

También establecer un programa de empleo para personas jubiladas, incrementar beneficios para familias con hijos con discapacidad, e implementar un "suplemento solidario" para los haberes más bajos.

Según el oficialismo, la reforma es urgente para garantizar la sostenibilidad que presenta el sistema previsional. La bancada oficialista logró con sus votos la aprobación en el Senado, y ahora busca respaldo en Diputados.

"Uruguay es el único país del mundo en el que al sistema previsional, en nuestro caso el Banco de Previsión Social (BPS, estatal), aportan más los trabajadores que los empresarios, y esa es una de las cosas que nosotros entendemos que se tendrían que revisar y esta reforma no lo hace", señaló Molina.

Similitudes y diferencias con la reforma de Macron en Francia

El llamado a movilización en Uruguay coincide con el contexto de tensión social y política que atraviesa Francia a raíz de la reforma jubilatoria que el presidente, Emmanuel Macron, oficializó por decreto.

La reforma del Ejecutivo francés retrasa gradualmente la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030. También establece que un mínimo de 43 años de aportes en vez de 42 para cobrar una pensión completa.

A diferencia del caso uruguayo, que apunta específicamente al sistema previsional, el oficialismo francés remarcó que las modificaciones apuntan a "reducir el déficit" estimado en 13.000 millones de dólares anuales. Otro punto de contraste es que Macron sancionó la norma por decreto, eludiendo el Parlamento.

En ambos casos, el endurecimiento de la política previsional fue rechazado expresamente por los partidos opositores, trabajadores y organizaciones sindicales.

Las movilizaciones y medidas de fuerza se replican en ambos países, aunque la tensión social es mayor en Francia, donde varias jornadas de protesta terminaron con cientos de detenidos y denuncias por violencia policial.