Un gendarme retirado reveló qué hicieron los militares con el cuerpo de Lucila Révora
El gendarme retirado Omar Eduardo Torres revelo nueva información sobre la desaparición del cuerpo de Lucila Révora, madre de Eduardo "Wado" De Pedro, asesinada en 1978 durante un operativo clandestino de la última dictadura cívico militar.
El testimonio tuvo lugar el 17 de mayo ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF), en el marco del quinto juicio que investiga la "Masacre de la calle Belén". En ese episodio, las fuerzas de seguridad del gobierno de facto asesinaron a la militante que por entonces vivía junto a "Wado", de cinco meses, y su pareja, Carlos Fassano.
"A ella la quemaron en un tacho de 200 litros, uno de combustible. Le pusieron cubiertas, gasoil y la quemaron. Estaba embarazada en estado avanzado y mientras la quemaban le tiraban tiros para agujerear el tambor con una pistola tipo ametralladora con silenciador", reveló Torres ante los jueces.
La primera información sobre esos hechos se obtuvo en diciembre de 2010, cuando la Justicia analizó los testimonios de sobrevivientes de los centros clandestinos Atlético, Banco y Olimpo. Ahí, el TOF 2 confirmó que Révora y Fassano habían sido asesinados, pero hasta ahora no se sabía qué pasó con sus cuerpos.
Sobre el cadáver de Fassano, Torres afirmó que fue trasladado a la Escuela de Oficiales de Gendarmería de Ciudad Evita, donde lo incineraron también.
El asesinato de Lucila Révora
El 11 de octubre de 1978, una célula integrada por efectivos del Ejército, la Gendarmería y la Policía Federal rodearon la casa en la que Révora, por entonces embarazada, y Fassano, que vivían junto al actual ministro del Interior.
Cuando notó que la casa estaba rodeada, Lucila llevó a Wado hasta el baño, lo metió en la bañadera y se quedó con él para protegerlo. Ahí resultó herida con las balas le provocaron la muerte.
Según pudo reconstruirse en los juicios posteriores, los asesinos buscaban dentro de la vivienda un botín de 150 mil dólares. El policía Federico Covino murió al explotar una granada que provino de su propio grupo. Los represores Juan Carlos Avena y Enrique Del Pino, que resultaron heridos, fueron condenados en el juicio de 2010, junto a Carlos Alberto Roque Tepedino y Mario Alberto Gómez Arenas.
Torres indicó en su testimonio que de la casa se llevaron una "valija de cuero llena de billetes de 100 dólares" y los cuerpos sin vida de la pareja de militantes de Montoneros, que fueron trasladados al Olimpo. A partir de ahí, el actual acusado Sergio Nazario organizó la desaparición de los cuerpos.
A Wado lo dejaron en la casa de sus vecinos, pero por la noche lo fueron a buscar. Estuvo apropiado hasta principios de 1979, cuando su familia materna logró contactarlo.
Si tenés dudas sobre tu identidad o conocés a alguien que puede ser hijo de desaparecidos, contactate con Abuelas: 011-4384-0983.