Masacre de Monte: dos policías condenados a perpetua y dos a 15 años de prisión

Los efectivos bonaerenses Leonardo Ecilapé y Rubén García recibieron la pena de reclusión perpetua, mientras que Manuel Monreal y Mariano Ibáñez fueron sentenciados a 15 años de cárcel, por asesinar a tiros a cuatro adolescentes.

El Tribunal Oral en lo Criminal N º 4 de La Plata condenó a las penas de prisión perpetua para los policías bonaerenses Rubén García y Leonardo Ecilapé, por el asesinato a los tiros de cuatro jóvenes, en la localidad de San Miguel del Monte, el 20 de mayo de 2019. 

Además, los efectivos Manuel Monreal y Mariano Ibáñez fueron sentenciados a 15 años de cárcel por el mismo hecho, conocido como "La Masacre de Monte". 

Las penas

En este contexto, el TOC 4 detalló las dos condenas a cadena perpetua por el delito de "homicidio agravado por el abuso de la función policial y por ser cometido mediante el empleo de arma de fuego" en perjuicio de Camila López (13), Danilo Sansone (13), Aníbal Suárez (22), Gonzalo Domínguez (14) y "en concurso ideal con el delito de tentativa de homicidio agravado por el abuso de su función policial y por el empleo de arma de fuego", por el ataque a la sobreviviente Rocío Quagliarello. 

Asimismo, tanto García como Ecilapé fueron hallados coautores de "tentativa de homicidio agravado por el abuso de su función policial y por el empleo de un arma de fuego (cuatro víctimas) en concurso ideal con el delito de tentativa de homicidio agravado por el abuso de su función policial y por el empleo de arma de fuego (una víctima)". 

Los efectivos ya habían sido encontrados "culpables por unanimidad" por un jurado popular compuesto de 12 personas. 

La Masacre de Monte

El caso conocido como "La Masacre de Monte" ocurrió en la madrugada del 20 de mayo de 2019, en la localidad de San Miguel del Monte, provincia de Buenos Aires.

En esa ocasión, la policía persiguió y disparó una balacera sin motivo contra un Fiat 147 donde iban los adolescentes Camila López (13), Danilo Sansone (13), Aníbal Suárez (22), Gonzalo Domínguez (14) y Rocío Quagliarello (13). 

La Justicia constató que las balas policiales mataron a todos los ocupantes del vehículo, menos a Rocío Quagliarello, quien pudo declarar en el juicio que iba paseando con sus amigos y los efectivos los empezaron a perseguir y disparar "de la nada".  

Además, se determinó que los miembros de la fuerza bonaerense quisieron encubrir el hecho, haciéndolo pasar por un accidente. Los peritajes determinaron que los jóvenes recibieron disparos por la espalda y que se manipularon pruebas en el lugar.