Emergencia hídrica en Uruguay: queda poco más del 1% de agua apta para el consumo

A Uruguay le queda el 1,8% del agua disponible para el consumo en su reserva principal. El volumen bajó a su mínimo histórico y no se esperan lluvias significativas hasta septiembre.

A Uruguay le queda el 1,8% de agua potable apta para beber, según estimaciones del gobierno de Luis Lacalle Pou en el marco de la sequía que afecta al país. De acuerdo a ese cálculo, la población podría quedarse sin el recurso en menos de dos semanas.

Las reservas de Paso Severino, fuente principal de agua dulce para las zonas más pobladas, descendieron hasta el mínimo histórico de 1.255.326 metros cúbicos (m3). El volumen acumulado bajó 199.869 m3, mientras que la capacidad máxima es de 67.000.000 m3.

Desde el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) advierten que no se esperan lluvias significativas para la zona en el corto plazo. Las primeras precipitaciones abundantes llegarían en septiembre, aunque lejos de la región sur, donde se ubica Montevideo y hay mayor densidad poblacional.

"Tenemos anomalías positivas de precipitación en la primavera. Eso haría pensar que en setiembre comienzan las lluvias abundantes y recurrentes. Lamentablemente no va a llover primero en el sur, sino en Artigas, Rivera y Salto. Entonces tendríamos que decir que se va a empezar a normalizar de norte a sur la situación. Y que la última cuenca en regularizarse sería la del Santa Lucía", explicó Mario Bidegain, director de climatología en el Inumet.

Medidas de emergencia hídrica

El gobierno uruguayo declaró la emergencia hídrica para Montevideo el 19 de junio. Asimismo, Lacalle Pou pidió envió al Parlamento un pedido para exonerar de impuestos al agua embotellada.

En ese sentido, el mandatario anunció que el Estado subsidiaría a más de 500.000 residentes del área metropolitana para comprar dos litros de agua embotellada por día.

Entre otras medidas apuntadas a suplir el faltante de agua dulce para consumo, se resolvió elevar los niveles de cloruro y sodio del agua extraída del estuario Río de la Plata, que toma agua oceánica salada.

El problema de la falta de infraestructura

Uno de los directores de la Administración Nacional de las Obras Sanitarias del Estado (OSE), Edgardo Ortuño, advirtió que la crisis hídrica pudo haberse evitado si se llevaban adelante obras de infraestructura afectadas por la reducción del presupuesto estatal.

"A pesar del clima, esto es consecuencia de políticas equivocadas que se han aplicado para reducir nuestro Estado y las capacidades de nuestra empresa pública OSE, que ha tenido un recorte de 200 millones de dólares de inversiones y se interrumpió el proyecto dejado por Tabaré Vázquez a Lacalle Pou, que era construir una represa en el Arroyo Casupá, justamente previendo esta situación", explicó el funcionario.