El Gobierno promulgó la nueva Ley de Alquileres: cuándo entra en vigencia y qué cambios contiene
La nueva Ley de Alquileres fue promulgada con su publicación en el Boletín Oficial. La normativa fue aprobada a inicios de octubre por la Cámara de Diputados, luego de que el Senado aprobara modificaciones a la iniciativa impulsada por la cámara de origen.
De esta forma, la nueva legislación para contratos de locación empezará a regir a partir del 18 de octubre. Por esta razón, los vínculos contractuales suscriptos a partir de esa fecha deberán tener una duración mínima de tres años, y prever una actualización semestral de acuerdo con el índice denominado Casa Propia.
El plazo mínimo de tres años, no obstante, no rige para el alquiler temporario con fines turísticos, el cual tendrá un límite de tres meses para no quedar encuadrado bajo la ley.
Además, la nueva norma prohíbe la fijación del valor de los alquiles en dólares o cualquier otra moneda que no sea el peso argentino.
Qué otros cambios contiene la nueva Ley de Alquileres
La nueva normativa modifica el Código Civil y Comercial de la Nación, dejando de lado la propuesta votada inicialmente por la Cámara de Diputados para que la duración volviera a ser dos años. También establecía un mínimo de cuatro meses para actualizar el valor mensual.
Según ese proyecto original, los aumentos debían acordarse "libremente" entre las partes, pudiendo usar como referencia el IPC, el índice de Precios Mayoristas, el índice de Salarios o una combinación de todos los mencionados. Además, no impedía fijar los precios en dólares.
Con la promulgación de la nueva ley, los ajustes podrán realizarse en intervalos no inferiores a seis meses, en lugar del mínimo de un año que estipulaba la normativa de 2020 y el plazo que establecía el proyecto original aprobado en Diputados.
Por otra parte, la norma sancionada contempla beneficios fiscales para propietarios. En primer lugar, exime del pago del monotributo los ingresos provenientes de la locación de hasta dos inmuebles. También anula el pago del Impuesto de Bienes Personales a los inmuebles destinados a alquileres y del Impuesto a los Débitos y Créditos (conocido como "impuesto al cheque") para las operaciones vinculadas de los contratos.
Asimismo, permite al propietario y al inquilino descontar del Impuesto a las Ganancias el 10% del valor total del alquiler anual.