Adios recetas de papel, hola recetas electrónicas

A partir del 1 de enero, se validarán únicamente las recetas electrónicas, adoptándose como único formato válido para la prescripción de medicamentos desde enero del próximo año. Esto permitirá la validación, almacenamiento y trazabilidad de las recetas, garantizando seguridad y transparencia en todo el proceso.

Esta actualización implica una importante modernización en el sistema de salud con la plena implementación de la receta electrónica, que tiene como objetivo sustituir completamente los formatos tradicionales en papel por uno digital.

El Ministerio de Salud de la Nación publicó hoy en el Boletín Oficial la Resolución 5744/2024, mediante la cual dispuso que los archivos que permitan almacenar y organizar los recursos digitales deben estar disponibles para todas las plataformas de prescripción y farmacias, y que solo podrán acceder a las recetas que el paciente requiera. El objetivo de esta norma es garantizar las condiciones de funcionamiento del ecosistema de salud digital para la implementación de la Ley N° 27.553 de Recetas Electrónicas.

“La receta electrónica será la única modalidad vigente para la prescripción de medicamentos. No habrá prórroga ni nuevos plazos de adecuación”, indicaron altas fuentes de la cartera sanitaria a Infobae. Y sumaron: “La dispensa de los medicamentos se podrá realizar en cualquier farmacia del país, no importa si está conveniada con la obra social o prepaga del afiliado”.

La receta electrónica no solo implica la digitalización de la prescripción, sino también la creación de un sistema de validación y almacenamiento de estas recetas que garantiza su disponibilidad en las farmacias. Para ello, el Ministerio de Salud dispuso que todos los sistemas informáticos encargados de validar y despachar las recetas electrónicas deben estar disponibles para las plataformas que lo requieran.

Gracias a su implementación, las recetas estarán siempre disponibles para su dispensación, sin importar la ubicación del paciente ni de la farmacia. Este avance no solo agiliza el proceso, sino que también minimiza los riesgos de error asociados a las recetas en papel, como las dificultades de lectura de la letra manuscrita.

Por otro lado, las plataformas de prescripción deberán integrarse a este sistema de repositorios a través de interfaces de programación de aplicaciones (API).