La vuelta de Monkey Island se convirtió en uno de los acontecimientos gamers más importantes del año. A 30 años de Le Chuk´s Reverenge, la segunda parte de la mítica saga creada por Ron Gilbert, el programador anunció el regreso de Guybrush Threepwood con Return to Monkey Island. El juego, que aún no tiene fecha de publicación pero está confirmado para fin de año, se convirtió en un disparador para analizar a las aventuras gráficas.
El género aventura gráfica
Las aventuras gráficas son un clásico de los videojuegos que tuvieron su edad dorada en los 90’. La vuelta de Monkey Island generó un revuelo enorme y puso sobre el tapete las nuevas y viejas formas de este género. El mismo es una historia en la que el jugador se pone en la piel de uno o varios protagonistas y la trama avanza a medida que se solucionan distintos puzzles o acertijos. El diálogo con otros personajes para recaudar pistas incide en la resolución de enigmas y el desarrollo del juego. Algunos tienen finales alternativos y su develamiento depende de las decisiones que toma el jugador.
En un primer momento, estos juegos eran puramente conversacionales por lo que lo único que había que hacer era seleccionar ramas de diálogo para que la historia avance. Sin embargo, en los 90’ se incorporó la posibilidad de tomar objetos y realizar acciones lo que revolucionó el género y lo llevó a su momento de furor con grandes títulos. Entre los más recordados se encuentran la saga Indiana Jones, Maniac Mansion, Police Quest, Sam & Max y Full Throttle. También se recuerda la saga Leisure Suit Larry distribuida por Sierra y creada por Ken y Roberta Williams, dos pilares fundacionales del género.
Una categoría vigente
A pesar de que sus años dorados quedaron atrás, la vigencia de las aventuras gráficas continúa presente. Con un público específico amante de las buenas historias y distintos desafíos a la inteligencia, el género se renovó con la llegada de Thimbleweed Park, en 2017. El juego representó la vuelta de Ron Gilbert a las primeras planas del mundo gamer, con críticas más que positivas. El ejemplo fue seguido por otras compañías más pequeñas que apostaron al formato pixelart y los acertijos con distintos niveles de dificultad.
Las películas interactivas
Con el paso del tiempo, el género evolucionó creando también otros subgéneros como las películas interactivas presentes en distintas producciones audiovisuales. Las películas interactivas mantienen la importancia de la trama en el centro de la escena pero se le suma el factor cinematográfico. En ellas persiste un gran valor de producción y secuencias en vivo. De esta forma, nuestras decisiones afectan lo que vemos y producen distintas animaciones. Mientras que en las aventuras gráficas estamos acostumbrados a ver un escenario completo de manera panorámica, en las películas interactivas hay un mayor foco en los personajes que utilizamos y en su visión del mundo.
Además, para estas producciones, los videojuegos suelen utilizar actuaciones reales con actores y actrices para una mayor inmersión y una mejor gestualización. Un ejemplo de esto es la popular saga Life is Strange o las propuestas interactivas de Telltale que cuenta con videojuegos como The Walking Dead, Batman: The Telltale Series y The Wolf Among Us.
Por otro lado, los videojuegos no son los únicos que incursionan en este género. Uno de los mayores exponentes en el último tiempo fue Black Mirror: Bandersnatch. En esta serie de Netflix los usuarios tomaban decisiones que provocaban cambios en la trama de la serie. Otros ejemplos de trama interactiva son You vs. Wild y Unbreakable Kimmy Schmidt: Kimmy vs. el reverendo. Estos casos son ejemplos de la influencia que las aventuras gráficas le imprimieron a la industria del entretenimiento. Todo este universo continúa girando mientras esperamos la llegada de Return to Monkey Island.