Un informe realizado por investigadores del Conicet afirma que una zona ubicada en el extremo sur de la plataforma patagónica podría ser uno de los lugares más contaminados del mundo. Se trata del área ubicada a 50 kilómetros de la costa de Mar del Plata y, también, la Bahía de Samborombón, donde la concentración de microplásticos "no baja de 10 partículas por litro".
El estudio fue publicado en la revista científica Environmental Pollution, encabezado por la doctora en biología Rosana Di Mauro. Los relevamientos realizados desde 2018 dieron como resultado que las partículas de plástico están extendidas en toda la columna de agua con un promedio de 17,4 partículas por litro.
El componente principal de estas fibras contaminantes es el tereftalato de polietileno, un plástico muy utilizado para envases de uso diario, como botellas y recipientes para comida y también en prendas.
Entre otras conclusiones del trabajo, se consignó que los fragmentos de microplástico se superponen en el alimentos de los peces y otras especies marinas. También se encontraron residuos en las costas, la superficie, el fondo y en aguas abiertas.
La contaminación marina a nivel global
Según el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) entre 75 y 199 millones de toneladas de plásticos se encuentran como desechos en el mundo. En los mares, representan el 85 por ciento de los residuos.
Este tipo de contaminación no sólo afecta a todo el ambiente y la salud de muchas especies, sino también a la economía mundial. Su impacto repercute en industrias como el turismo, la pesca y la acuicultura además de los gastos de limpieza; según el informe del Pnuma, el costo global en 2018 fue de entre seis mil y 19.000 millones de dólares.
Una forma de reducir el impacto de la actividad humana en la contaminación sería adoptar un sistema circular. De esta manera, cada producto plástico debería recuperarse, reciclarse y así podría utilizarse de nuevo, sin necesidad de invertir más en producción. No obstante, la evidencia demuestra que cada año se produce más plástico y la tasa de reciclado a nivel mundial es menor al 10%.