El pasado fin de semana, Rockstar Games y Grand Theft Auto VI fueron tendencia pero por todas las razones equivocadas. El juego más esperado del momento fue expuesto en su etapa más temprana de desarrollo por un hacker que logró infiltrarse en los sistemas del estudio desarrollador, consiguiendo 90 videos con imágenes del juego y lo más grave, el código fuente de Grand Theft Auto V y VI.
Los videos fueron subidos a distintos servidores y plataformas como YouTube, pero la cosa es muy distinta para el código fuente de los juegos: el hacker pretendía negociarlos como si fueran rehenes.
El leak más grande en la historia de la industria
El hecho constituye una de las filtraciones más severas en la industria del videojuego, ya que es la primera vez que se expone tanto material documentado referido al desarrollo de un juego. Las repercusiones fueron varias, pero en su mayoría negativas: muchos usuarios vieron el material y consideraron que el juego no está a la altura de las expectativas y, para el estudio, se trata de una falla de seguridad crítica.
La posibilidad de que el código fuente sea vendido supone un riesgo enorme para Rockstar, quienes verían años de desarrollo tecnológico propietario en manos de terceros sin ningún tipo de control.
La contención de daños
Rockstar Games salió al cruce en medio del caos y reconoció que las imágenes filtradas corresponden a una etapa temprana de testeo de conceptos de Grand Theft Auto VI y que no representan el estado actual del juego.
Por otro lado, aseguraron que esto no altera sus planes ni el estado actual del título, como tampoco pone en riesgo la operativa de sus servicios online, ya que GTA V posee una enorme base de jugadores en todas las plataformas. Con respecto a novedades concretas de Grand Theft Auto VI, dijeron que las comunicarán en cuanto estén listos, de una manera apropiada para su público.