El cine argentino se encuentra atravesando un momento de crisis por las políticas que se aplican en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) desde hace años. Esta situación se agravó en las últimas semanas, cuando trascendió un proyecto de Decreto para reducir los fondos estatales a las películas nacionales.
Según detallaron los trabajadores del sector, la implementación de este DNU significaría poner en riesgo el financiamiento para las producciones audiovisuales independientes. Los fondos del Estado son muy importantes para la industria, ya que según la Ley de Cine, sancionada en 1994, los proyectos nacionales se financian con recursos que el mismo rubro genera a través del Fondo de Fomento, que se compone por el 10% de la venta de entradas en todo el país y del 25% de lo recaudado por el Enacom.
¿Qué implicaría el Decreto?
De acuerdo a lo trascendido, entre otros puntos, el borrador del DNU fijaría los topes de subsidios a la producción cinematográfica y modificaría al Fondo de Fomento, estableciendo que puede destinarse un 50% como máximo del Fondo a los proyectos audiovisuales y omite establecer el mínimo que debe destinarse a las películas. Esta omisión, dejaría a consideración de las autoridades del INCAA de turno los recursos destinados.
El cine argentino en crisis
En diciembre de este año, finalizarán los recursos de asignaciones específicas que conforman el Fondo de Fomento. Esto agudizaría la situación crítica del cine argentino. Además, la vigencia del Plan de Fomento impulsado bajo el mandato de Mauricio Macri, obstruye el cobro de cuotas y adelantos para películas, carece de políticas para distribuir y exhibir el cine nacional, y reduce las convocatorias para ficciones y películas animadas, concentrando la producción cinematográfica en las productoras más grandes radicadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Los trabajadores del sector también aseguran que la actual gestión del INCAA no impulsa la producción en las provincias, no trabaja en revertir las desigualdades de género, desfinancia los Festivales Nacionales y pone trabas a los estrenos en salas argentina.