El dramaturgo Mauricio Dayub hizo un repaso por la historia de su carrera en el teatro, cine y televisión. El actor y director contó anécdotas sobre su vida en los medios y el amor por la profesión que lo llevó a dejar todo para dedicarse a las tablas.
Actualmente, Dayub lidera la taquilla de teatro con la dirección de Inmaduros, la comedia protagonizada por Adrián Suar y Diego Peretti. Otra de las obras que lo tiene en el rol principal es El Equilibrista, su reconocida y multipremiada puesta que bate récords de público.
Sus inicios en la profesión
Dayub recordó que su familia no tenía tradición artística y sus padres deseaban que estudiara una carrera universitaria. "Tenía una vocación muy fuerte y no vivía en una ciudad donde pudiera desarrollar esto como quisiera. Mi familia quería que fuera profesional. Somos cinco hermanos y el mayor estudiaba medicina, el otro arquitectura, otro agronomía. No pude ser actor de entrada; tuve que estudiar Ciencias Económicas y después de tres años decidí más lo que quería mi corazón", declaró el actor.
Decidir con el corazón
"Si decidís con el corazón, te vaya bien o mal, te morís haciendo lo que te gusta", reflexionó Dayub. El director remarcó la importancia de ser fiel a los instintos propios, y seguir una profesión acorde con la felicidad de cada ser humano.
"Lo bueno de esto es que transcurrís toda tu vida cerca de lo que necesitás y eso siempre te ilusiona, te genera satisfacción y alegría, haciendo que disminuya lo negativo", analizó.
En 2019, el actor ganó el Premio ACE de oro por su papel en El equilibrista. El año pasado, la Fundación Konex lo distinguió con el Premio Konex de Platino en el rubro Unipersonal.
Sus obsesiones
Por otra parte, Dayub remarcó algunas obsesiones que fue desarrollando a lo largo de su carrera como artista. "Me obsesiona la idoneidad. El encarar algo sabiendo para qué y conociéndolo, para que la experiencia del otro con lo que yo hago sea única", explicó.
En esta línea, el actor destacó que pudo pulir su estilo, tanto actoral como en la dirección de sus obras. "Hice cosas que no me gustaban y me di cuenta que no le podía hacer bien a nadie. Desde ese momento, trato de hacer las cosas bien y para eso tengo que conocer e investigar. El teatro es un arte colectivo. Esto quiere decir que muchas veces no todos tienen el mismo deseo", señaló.
Dayub y la paternidad
"Cuando nació mi hijo me di cuenta de que me faltaba lo principal en mi vida", dijo el artista y agregó que estuvo muchos años con la idea de no tener hijos.
A Dayub, la paternidad le llegó a los 53 años. "No sentía la necesidad de ser padre y nunca me lo imaginé como una propuesta personal. Desarrollaba mi profesión como algo propio y sentía que no me faltaba nada. Cuando llegó mi hijo me di cuenta de que fue mucho más potente que lo que había sentido con todas las cosas que me gustaban", declaró.