Gabriel Oliveri: "Hay que hacerle el amor a la vida"

En medio de su adolescencia, Gabriel Oliveri llegó a Buenos Aires, donde atravesó rupturas y aprendizajes hasta convertirse en un referente de la hotelería. Su acercamiento al periodismo y carisma le permitieron contar su historia.

En una charla con Agustina Kämpfer para Algo que contar, habló de su momento actual y reflexionó sobre momentos importantes de su vida.

"Cuando empecé a viajar por el mundo por mi trabajo, todo lo que veía era lo que mi madre me había enseñado, pero no había llegado a ver. Iba a los palacios y redescubría lo que esa mujer me había enseñado a soñar en un lugar pequeño. Ella me decía que era especial, y no sé si era verdad, pero me lo hizo sentir", relató.

Un quiebre para su actitud ante la vida y personalidad, señaló, fue la despedida de su padre: "Cuando me acerqué al cajón, me di cuenta de que me esperaba eso. Dije: 'soy un muerto caminando'. Entonces dije que me iba a dedicar a comer, viajar y tener todo el sexo que no tuve".

Para Gabriel, ese fue el momento en que pudo liberarse de mandatos y presiones familiares: "Ni en la sexualidad ni en la carrera, yo estaba haciendo nada de lo que quería. Estudiaba algo que no me interesaba porque le quería regalar el título. Y me iba muy bien, sacaba 9 y 10".

Y agregó: "Tuve experiencias con una mujer para ver qué me pasaba, pero me di cuenta de que no era lo mío. Eran épocas donde no se podía decir que eras gay".

Sexualidad y pareja

Con la perspectiva de su experiencia personal, Oliveri se refirió a la maduración de la idea social sobre la diversidad sexual.

"Al día de hoy el tema está maquillado, como tantos otros temas. A todos les encanta y aceptan a los homosexuales y las lesbianas, pero no como hijos. A la mayoría no le divierte. De hecho, cuando contás a tus padres que sos homosexual te dicen 'bueno, pero sé feliz'. Pero perdón, si sos hetero y no sos feliz, ¿por qué yo, encima de que soy gay, tengo que ser feliz?", planteó.

Siguiendo esa línea, habló de lo difícil que fue enfrentar esa situación en su juventud: "En la adolescencia llegó un momento en que por mi sexualidad, no tenía a nadie. Pensaba que nunca encontraría a alguien como yo, que iba a ser el único", lamentó.

"Y entonces pensé 'se acabó', porque el modelo que ves es un hombre con una mujer, los hijitos y la casa. Y vos no encajás", agregó.

Por último, comentó sobre su vida en pareja que ya lleva 20 años. Según consideró, "la fidelidad no existe, más allá de lo que cada uno haga después en su vida"-

"Me parece muy difícil porque se vive una vez y vivimos mucho. Cuesta que el otro te acompañe en lo que te va pasando. Y me parece que la pareja es par; los dos, no es que tengan lo mismo, pero para que funcione tiene que ir bastante parejo", concluyó.

Podés ver Algo que contar con Agustina Kämpfer de lunes a viernes a las 23.30 por la pantalla de IP.