El árbitro de Gimnasia-Boca, Hernán Mastrágelo, dialogó con IP Noticias sobre la represión policial en las inmediaciones del estadio plantense que terminó con un hombre muerto. "Fue muy difícil tomar dimensión de lo que pasaba", dijo.
"Fue muy difícil tomar dimensión de lo que pasaba. Fue segundo a segundo. Lo primero que percibimos fueron incidentes y corridas en la platea, pero no entendiamos qué pasaba. Un compañero me dijo que detenga el juego, que no podía respirar. Paré el juego y ahí vi que todos salían corriendo con los ojos irritados", relató.
Y continuó: "Vi el humo y una nube blanca. Fue horrible. Pedí que todos vayan para adentro porque la situación empeoraba. En zona de vestuarios teníamos comunicación con la cabina del VAR y nos informaban lo que iba pasando en el campo de juego".
Sobre las responsabilidades
"No me compete buscar responsabilidades. En el vestuario se apersonó personal del aprevide y nos informaron que no estaban dadas las garantias para continuar con el partido. Por eso tomamos la decisión de suspender", dijo el árbitro sobre las responsabilidades de lo que ocurrió.
En tanto señaló: "No sé si lo que pasó fue un retroceso en el fútbol, pero puedo garantizar que ni yo ni niguno de los presentes quiere volver a pasar por esto. La desesperación y la angustia de la gente fue angustiante".
"En los vestuarios y en el campo de juego había familias, chicos a upa, llantos desgarradores. Abrimos las puertas y le dimos agua a la gente, tratamos de hidratarlos y ayudarlos como pudimos. Hicimos todo lo humano para ayudar", sostuvo.
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