El exjugador, entrenador y presidente de River Plate, Daniel Passarella, volverá a pisar el estadio Monumental después de diez años alejado del club.
Su regreso a la cancha del Millonario se dará en el marco de un homenaje que la institución realizará a los futbolistas campeones en Qatar 2022 y a los que alzaron la copa mientras vestían la camiseta con la banda roja.
En su etapa como jugador, Passarella no solo se convirtió en uno de los máximos ídolos de River, sino que también fue capitán de la Selección Argentina y campeón del Mundo en Argentina 1978 y México 1986. Es el único jugador argentino que levantó el máximo trofeo dos veces, y la primera fue precisamente en el Monumental.
Passarella en River: de ídolo a exiliado
Passarella fue jugador de River entre 1974 y 1981, periodo en el que el equipo consiguió seis títulos oficiales, incluyendo un bicampeonato. En todo ese tiempo marcó 90 goles en 226 partidos, un promedio inusual para un defensor central.
Meses después de su retiro como futbolista en 1989, regresó al club de Núñez como entrenador. Dirigió al primer equipo hasta 1994 sumando otros tres títulos, lo que le valió el llamado para asumir la dirección técnica de la Selección Argentina. Tuvo un segundo periodo como DT de River entre 2006 y 2007.
Consagrado como ídolo indiscutido del club y gloria del fútbol argentino, Passarella se presentó como candidato a presidente en 2008 y ganó las elecciones en 2009, en medio de un mal momento futbolístico y económico.
En 2011, River finalizó el torneo Clausura en la novena posición de la tabla general y 17º en la tabla de promedios, por lo que debió jugar la promoción contra Belgrano de Córdoba. Tras un empate y una derrota en la serie, el 26 de junio de ese año el equipo descendió a la Primera B Nacional.
En ese marco, Passarella quedó vinculado al peor fracaso futbolístico de la historia del club. Su gestión fue apuntada por malas decisiones en la selección de entrenadores, falta de refuerzos en los mercados de pases y por elevar la deuda del club.
Su cargo en el máximo cargo dirigencial de la institución finalizó en 2013, con el equipo de vuelta en Primera División. A partir de entonces enfrentó investigaciones judiciales por supuesta malversación de fondos.