Con un salario mínimo, vital y móvil de $45.540 y una Canasta Básica para una familia de $95.260, estar dentro del sistema de trabajo formal en la actualidad no es una condición sufiente para no estar bajo la línea de la pobreza. En una economía donde los precios aumentan diariamente por el problema inflacionarios, muchos trabajadores en relación de dependencia no alzacan a cubrir sus necesidades básicas.
Ante esta crisis económica, los salarios de los trabajadores perdieron considerablemente su poder de compra y lo mismo sucede con los ingresos de los trabajadores autónomos. ¿Cómo hacen las familias que no llegan a cubrir el valor de la canasta básica total? ¿Quiénes son los más perjudicados por esta crisis?.
Los que ganan y no llegan a fin de mes
Estela Castellón tiene 53 años y es empleada de casas particulares. Trabaja en tres casas diferentes bajo relación de dependencia, con contrato formal y contribuciones sin embargo no llega al sueldo mínimo.
"Tengo tres trabajos y no llego a ganar $15.000 porque son empleos por hora. Trabajo desde los 19 años y no llego a fin de mes. No me compro ropa y camino para buscar precios", dijo a IP Noticias.
Belén Ruiz tiene 39 años y es empleada de casa particular en Escobar. Es madre de cuatro niños y enviudó hace seis meses, trabaja por hora limpiando algunas casas y cuidando niños. Este último trabajo es registrado, pero el salario es mínimo y no le alcanza para abastecer a su familia.
"El fin de semana se termina con sopa para ahorrar, tengo que hacer magia. Deje de comprar carne, pollo, queso y yogurt. Para poder ir al supermercado uso la tarjeta de crédito y voy pagando como puedo, es un circulo vicioso", afirmó.
Matías Ruiz tiene 36 años y es dueño de una pequeña pizzería en Boedo. Tiene dos hijos y junto a su esposa la pelean todos los días para llegar a fin de mes. "Siendo dueño de una pizzeria apenas llego a recaudar un sueldo mínimo, todo lo que se gana es para la comida y comprar ropa. A veces, solemos juntarnos entre vecinos para hacer compras grandes y así poder ahorrar", sostuvo.
Víctor Ruiz tiene 37 años y es trabajador autónomo. Trabajó en una carnicería y ahora arma casas prefabricadas pero no llega al monto de la canasta familiar. Hace poco le ofrecieron ser chófer de la línea 60 de colectivos, donde espera ganar un sueldo mejor.
"Actualmente, el sueldo de todos es para sobrevivir no para vivir. Los argentinos siempre vivimos apretados", expresó Victor.