Renta Inesperada: cuántas empresas deberán pagar el impuesto
El Ministerio de Economía informó que estiman que unas 350 empresas argentinas deberán pagar la Renta Inesperada. Mientras el proyecto de ley ya está en camino a la Cámara de Diputados, desde la cartera que conduce el ministro Martín Guzmán calculan que unas 350 firmas obtuvieron una recaudación de mil millones de dólares.
De acuerdo al documento, que ingresaría al Congreso en los próximos días, la medida tendrá una vigencia de un solo período fiscal, el cálculo se realizará con los balances de las compañías de 2022 y se pagará junto con los vencimientos de ganancias en mayo de 2023 para todas aquellas que cierran el año fiscal en diciembre.
Según estimaciones de Economía, con los datos del ejercicio fiscal 2021 unas 600 empresas tuvieron ganancias netas imponibles mayores a los mil millones de pesos. Teniendo en cuenta los precios internacionales actuales, poco más de la mitad cumplirán alguna de las condiciones para pagar el impuesto a la Renta Inesperada.
El Gobierno presentó el proyecto de Renta Inesperada
El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán presentaron este lunes el proyecto de ley para gravar la denominada Renta Inesperada. La medida apunta a modificar el régimen de Impuesto a las Ganancias para empresas que hayan obtenido ganancias extraordinarias, en el marco del aumento de precios internacionales por la guerra entre Rusia y Ucrania.
"Todo el mundo está lidiando con la inflación por la guerra entre Rusia y Ucrania, hubo impactos en los costos y un shock en la distribución de los ingresos y riquezas y, si no se hace nada, la consecuencia será mayor desigualdad. Esto no es solo una cuestión de justicia social, sino también algo necesario para el correcto funcionamiento de la economía. Por eso, diseñamos un mecanismo para administrar la renta inesperada por la guerra", indicó el ministro Guzmán.
Desde el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, el titular de la cartera de Economía explicó los detalles del proyecto que formará parte de la agenda legislativa del Congreso. "Presentamos un mecanismo que busca garantizar condiciones de mayor equidad y que se fomente la inversión y el desarrollo productivo con el Estado acompañando. Se trata de una sobrealícuota del Impuesto a las Ganancias de Sociedades de Capital aplicable al ejercicio fiscal 2022".
Por su parte, el Presidente afirmó: "Lo que más queremos es generar el enorme debate sobre cómo queremos vivir en Argentina. Donde algunos ganan mucho y millones se empobrecen, no es una sociedad y se parece a una estafa. Venimos a equilibrar, no irrumpimos con ninguna norma y estamos haciendo algo que el mundo hizo y hace. Lo hace Gran Bretaña, Italia y lo platea Estados Unidos. El Congreso tiene la obligación de acompañar, no es una obligación del Frente de Todos, es de todos los legisladores".
Las claves del proyecto
Según lo anticipado por Guzmán, la medida para cobrar impuestos a la renta inesperada sería similar a la que permitió recaudar el Aporte Solidario. No obstante, se enfocaría en las ganancias que un grupo de empresas obtuvieron durante un periodo específico y a partir de un monto neto.
- Las empresas que pagarían el impuesto serían aquellas con ganancias netas imponibles altas superiores a los 1.000 millones de pesos. En 2021, esta franja abarcó solo al 3,2% de las empresas del país.
- De comprobarse que la renta inesperada se canaliza hacia la reinversión productiva, la alícuota del impuesto sería menor.
- La ganancia sobre la que se cobraría el impuesto debe haber crecido en forma significativa en 2022 respecto a 2021.
- Los sectores alcanzados serían el agrícola, petrolero y minero.
Empresas y la oposición rechazan el proyecto
Previo a la presentación del proyecto, y después de que Martín Guzmán anticipara las bases de su elaboración, dirigentes empresariales cuestionaron la iniciativa.
En declaraciones radiales, el presidente de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), Jaime Campos, expresó: "El mensaje es: 'Señor, antes de hacer negocios en la Argentina mírelo 400 veces, porque cada día le ponen un impuesto nuevo'". A su vez, la institución que dirige publicó un comunicado considerando que "la creación de nuevos impuestos va en la dirección opuesta" a la inversión y creación de empleo.
En la misma línea, la junta directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA) envió a los medios un texto en el que aseguró que "se analizó cómo afectará a la inversión un nuevo incremento en la presión tributaria sobre el sector formal de la economía y el impacto negativo que tendrá en la actividad y el empleo".
El reclamo empresarial fue respaldado por referentes de la oposición. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, afirmó que "Argentina no soporta un impuesto más a la producción". Asimismo, la presidenta del PRO y también integrante de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, anticipó un "fracasado esperado" y tildó la medida como "expropiatoria".
En tanto, el diputado nacional y líder de Libertad Avanza, Javier Milei, sostuvo que el impuesto extraordinario va a "empobrecer más a los argentinos".
Referencias del impuesto en otros países
A principios de abril, el gobierno de Italia dispuso que las compañías de energía pagarán un impuesto único del 25% para compensar el aumento del servicio derivado del contexo alcista que motiva la guerra. Un 10% del pago fue ordenado para fines de junio y el resto deberá ejecutarse antes de noviembre. De este modo, el Estado podría recaudar cerca de 4.400 millones de euros.
"Gravamos una parte de los beneficios extraordinarios que están obteniendo los productores gracias al aumento de los costes de las materias primas, y distribuimos ese dinero entre empresas y familias en dificultades", explicó el primer ministro italiano Mario Draghi.
España, por su parte, y de manera similar en contexto a Argentina, ya tenía en ejecución un impuesto para las ganancias extraordinarias por el contexto de la pandemia de Covid-19. Ahora, el gobierno de Pedro Sánchez planteó reforzarlo haciendo foco en las empresas energéticas.
"España fue uno de los primeros países que intervino el tema de los beneficios caídos del cielo. No sé por qué se puede intervenir el sector financiero y no el energético", señaló Sánchez recientemente durante el Foro de Davos.
De modo similar, el gobierno de Reino Unido encabezado por el primer ministro Boris Johnson anunció, a fines de mayo, un "impuesto a las ganancias inesperadas" para los productoras de petróleo y gas. Se trata de una tasa de 25% sobre los resultados excepcionales, que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2025.