Con ola o sin ola de calor, miles de vecinos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sufren cortes en el servicio de electricidad. Los apagones son recurrentes, por tal motivo, meses atrás el ENRE multó a Edenor y Edesur por 853 millones de pesos, por los daños provocados.
Los vecinos afirman que se trata de un problema recurrente en varias zonas de la Capital Federal y advierten que, sin nuevas inversiones en el sector, el calor extremo del verano generará nuevos cortes.
Vivir sin luz
Marita Fernández señala que desde hace 12 años tiene cortes de luz permanentes:
"Los cortes pueden durar uno o dos días enteros. La falta de luz nos afecta, entre vecinos nos prestamos la heladera y con mucho calor y sin ventilación no podemos dormir", contó.
Y cuestionó: "Hicimos infinitos reclamos a las empresas y al ENRE, hasta ahora sin resultados".
Fernando Moya es comunero del barrio porteño de Monte Castro y lamentó: "Por los cortes los comerciantes pierden su mercadería y los vecinos se quedan sin agua".
Por su parte, el comerciante Nicolás De Luca detalló su situación: "Un día sin luz es un día de trabajo perdido. Es algo insoportable, estuve hasta 15 días seguidos sin servicio".
Diego Romano trabaja en una pizzería y señaló: "Cuando pasan por el local y ven que estamos sin luz, no entran".
El gobierno condonó la deuda a Edenor y Edesur
Las empresas de distribución de energía eléctrica Edenor y Edesur acordaron la refinanciación de la deuda multimillonaria que acumularon durante los últimos años con la compañía estatal Cammesa.
El monto total de la deuda asciende a 219.615 millones de pesos, pero las beneficiarias deberán pagar solo 80.210 millones de pesos entre ambas. El resto es una condonación de deuda que otorgó el Ministerio de Economía. El pago será en cuotas y a tasa en pesos subsidiada.
El acuerdo fue firmado el último día hábil de 2022 por la secretaria del área Flavia Royón y funcionarios del ENRE, Cammesa y de las empresas concesionarias del Área Metropolitana.
Deuda tomada en los '90
La deuda de Edenor y Edesur se comenzó a acumular con el modelo de "privatización asimétrica" implementado durante el gobierno de Carlos Menem, en la década de 1990.
En aquel entonces, el sistema eléctrico se dividió en tres tramos: la generación, la transmisión y las distribuidoras por región.
A la vez se creó la empresa Cammesa bajo conducción de la Secretaría de Energía. La misma se ocupa de comprar la energía a las distintas fuentes alternativas de generación, y se la vende a las distribuidoras, garantizando el abastecimiento de todas ellas a un precio equivalente.
El actual ministro de Economía, Sergio Massa, le informó a Cammesa que dejaría de recibir subsidios del Tesoro Nacional, por lo que se vio obligada a negociar con las distribuidoras sus deudas, porque no podría cederle más energía sin contraprestación.