La inflación interanual de Argentina es la quinta más alta del mundo
Contando la última medición del Índice de Precios al Consumidor que difundió el Indec, el total de inflación anual de Argentina llegó al 102,5 por ciento. Esa cifra ubica al país entre los cinco con mayor índice de aumento de precios en un año.
La lista la encabeza Venezuela, que en el último año registró 305,7 por ciento de inflación. Sigue Zimbabwe con 244 por ciento, aunque se estima que el número superaría al de Venezuela si se actualizan los reportes mensuales, interrumpidos desde octubre de 2022.
Tercero se ubica Líbano, con 143 por ciento, luego Argentina y por último Sudán, con 102 por ciento, aunque el dato estadístico de ese país también tiene meses de atraso.
En el video, el análisis de la inflación en el mundo por el periodista Eduardo Martínez.
Crisis inflacionaria en el mundo
Si bien los factores que definen la inflación mensual y anual suelen ser múltiples y diferentes para cada país, el contexto internacional actual afecta de manera transversal a todas las economías. El escenario se distorsionó con la guerra entre Rusia y Ucrania y su principal efecto colateral: crisis energética y alimentaria.
"La crisis de Ucrania generó dos factores. Los dos países en contienda son de los principales exportadores de trigo del mundo. Eso estuvo frenado durante siete meses, después empezaron a salir los barcos a cuentagotas, se volvió a parar y ahora se está negociando de nuevo: un sector productivo de los alimentos se entró a disparar en el mundo. La segunda es la distribución de los alimentos. La energía se disparó por los bloqueos, entonces se afectan las dos etapas de los alimentos: producción y distribución", sintetizó Martínez.
Los efectos de este problema para el comercio de alimentos se tradujeron en peores condiciones para los países con economías menos desarrolladas. En Argentina, por ejemplo, la sequía extendida durante los últimos meses genera cambios en el valor de alimentos como la carne y la leche.
Sin embargo, muchas naciones con sistemas económicos más estables también padecen el contexto inflacionario global. Algunos de Europa, como Francia y España, lograron estabilizar sus índices anuales de inflación después de superar los dos dígitos; así y todo, enfrentan escenarios sociales complejos por la falta de actualización de salarios y recortes en servicios energéticos.