El Banco Central modificó su tasa de política monetaria
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) modificó su tasa de política monetaria a la de pases pasivos de un día de plazo, establecida en un 100%.
De esta manera, el organismo comenzó con la operación para desarmar la llamada "bola de Leliqs" que eran la tasa de referencia del BCRA hasta ayer, por lo que dejó de hacer licitaciones en Letras de Liquidez (Leliqs).
"Con el fin de racionalizar su esquema de gestión de liquidez, el Directorio decidió dejar de realizar licitaciones de Leliq a futuro, pasando a ser las operaciones de pases pasivos su principal instrumento de absorción de excedentes monetarios", expresaron en un comunicado.
Baja en los plazos fijos
Además, el Banco Central anunció que eliminó las tasas mínimas obligatorias de los plazos fijos y bajó su rendimiento del 133% al 110% anual.
En este marco, el BCRA quedó con una única tasa de referencia (los Pases Pasivos) y remarcó que su objetivo es hacer más clara la señal de política monetaria y "fortalecer su transmisión" al resto de las tasas de interés de la economía.
Con esta estrategia, también se buscará despejar los términos para la licitación del Tesoro Nacional proceso mediante el cual el Gobierno venderá valores del Tesoro (también conocidos como bonos o títulos) para financiar sus gastos y gestionar deuda.
Estos valores son instrumentos financieros emitidos por el BCRA que son comprados por inversionistas e instituciones financieras.
Qué es la tasa de política monetaria
La tasa de política monetaria se refiere a la tasa de interés que establece el Banco Central para influir en las condiciones financieras y económicas en el país.
Se trata de una herramienta financiera que se utiliza para controlar la oferta de dinero y, por ende, para afectar las tasas de interés en la Economía.
La tasa de política monetaria influye en las tasas de interés en toda la Economía, desde las que pagan los consumidores por préstamos hasta las tasas de interés que ganan los inversores.
El ajuste se da con la finalidad de lograr ciertos objetivos que pueden abarcar la estabilidad de precios, el pleno empleo y el crecimiento.
Por otro lado, si el Banco Central considera necesario estimular puede reducir la tasa de interés. Esto fomenta el gasto y la inversión, mientras que ayuda a impulsar la actividad económica en general.