Bessent anunció un paquete de USD 40.000 millones y nuevas compras de pesos
El Tesoro norteamericano anunció un paquete de asistencia de hasta USD 40.000 millones y volvió a comprar pesos en el mercado local. Los mercados reaccionaron en alza tras la cumbre Milei–Trump, pero en Washington aclaran que el apoyo dependerá de la continuidad de las políticas.
Estados Unidos anunció que la asistencia financiera a la Argentina podría alcanzar los USD 40.000 millones, combinando una línea de swap por USD 20.000 millones con la creación de un fondo privado de bancos y fondos soberanos por otros USD 20.000 millones. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, confirmó el esquema en Washington y detalló que “estamos trabajando en un fondo de 20.000 millones de dólares que estaría junto a nuestra línea de swap… eso totalizaría 40.000 millones para Argentina”.
El anuncio llegó un día después del encuentro entre Javier Milei y Donald Trump en la Casa Blanca y funcionó como una señal política clara de respaldo al programa económico argentino. Pero desde Washington también marcaron los límites: “Mientras Argentina siga implementando buenas políticas, tendrá nuestro apoyo”, advirtió Bessent ante periodistas.
En paralelo, el Tesoro estadounidense volvió a intervenir en el mercado de cambios local, al comprar pesos por segunda vez en menos de una semana. La operación buscó apuntalar la cotización oficial y mostrar presencia activa en el esquema de estabilización. Bessent no precisó montos y, consultado sobre una eventual compra de deuda soberana argentina, respondió que “podríamos”.
La combinación de anuncios provocó una reacción inmediata en los mercados. Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street subieron hasta 14 %, los bonos globales avanzaron cerca de 2 % y el S&P Merval ganó 3,8 % en pesos. El tipo de cambio mayorista, que había arrancado en alza, retrocedió hasta volver a la zona de $1.360 por dólar hacia la mitad de la jornada.
El swap de USD 20.000 millones se canalizará a través del fondo de estabilización cambiaria de Estados Unidos, mientras que el fondo privado funcionará como un complemento orientado a cubrir vencimientos de deuda en 2026. “Muchos bancos están interesados y también varios fondos soberanos”, dijo Bessent.
La decisión de Washington combinó apoyo financiero y mensaje político. En el Gobierno argentino la interpretan como una señal de confianza, aunque en EE.UU. insisten en que el respaldo no es un cheque en blanco: el financiamiento estará condicionado a la continuidad de las políticas acordadas y al cumplimiento de metas.