Chiara Parravicini saltó a la fama en 2015, a sus 18 años, como una de las protagonistas de “Soy Luna”, la serie de Disney que pisó fuerte en todo el mundo. Tres años después, lanzó su carrera como cantante, que la llevó a ser embajadora de la región de Chanel, y ahora se dedica enteramente a sus canciones folk en clave Lana del Rey. Sus 2.5 millones de seguidores de Instagram recibieron su música con los brazos abiertos: “El lugar más desconocido donde me hice famosa fue en Rusia”.
Por su llegada, dijo que hay que tener “mucha responsabilidad y cuidado con lo que uno comunica. Me sigue gente superjóven e influenciable, tengo que ser prudente. No pretendo comunicar todas mis opiniones, no es mi lugar”.
Repasó su camino y admitió que el momento en el que decidió abandonar la última gira mundial de "Soy Luna" fue porque “se lo pidió su corazón. Son las 7 de la mañana y yo ya estoy cantando. Tenía que hacer mi música”. Recuerda que durante la tira eran muy chicos, “pero estuvimos muy cuidados. Trabajábamos un montón, pero nos anotamos para eso”.
En su camino solista, aseguró que su principal desafío fue lidiar con la expectativa: “Venía de algo muy monstruoso de grande. Fue difícil procesar que si quería hacer algo así pero sola tenía que trabajar mucho. Pero las cosas se dan en los tiempos justos, tuve que aprender e interiorizar eso”. De hecho, su primer disco, “Wilder”, fue grabado en la Patagonia y encierra un concepto de “entregarse al devenir”. Confesó que le llegaron muchas propuestas para hacer reguetones, pero que los declinó porque “no quiero ser un producto”.
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