Derechos Humanos: Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas
El 30 de agosto de cada año se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Esta fecha fue instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 21 de diciembre de 2010.
La misma, tiene como objetivo principal generar conciencia en la sociedad sobre la importancia de visibilizar los casos de personas desaparecidas por fuera de su voluntad, en todas partes del mundo. Según la ONU, la desaparición forzada se considera un delito contra los derechos fundamentales de los individuos, como la libertad y la vida. Se enumeran dentro de esta figura, los casos de secuestros, detenciones y arrestos ocurridos en diferentes situaciones de violencia social.
Una fecha con historia
La conmemoración sentó sus bases en la jurisprudencia internacional de la década del ´80, junto a la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969 y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966. Además de las desapariciones, la ONU también aclaró que también se consideran dentro de esta figura a los actos de maltrato, hostigamiento e intimidación que padecen los testigos y familiares de personas desaparecidas. La fecha fue asentada en la Resolución 65/209 de la ONU y comenzó a regir en el 2011, luego de ser aprobada en la sesión de Concejo de Derechos Humanos de este organismo. Las Madres de Plaza de Mayo estuvieron presentes en el acto de instauración del día, como invitadas de honor. Desde la ONU, quedó definida como una "estrategia para infundir el terror en los ciudadanos. La sensación de inseguridad que esa práctica genera no se limita a los parientes próximos del desaparecido, sino que afecta a su comunidad y al conjunto de la sociedad".
Si bien es una práctica utilizada principalmente por dictaduras militares, en los últimos tiempos se ha visto reflejada también en conflictos internos, como método de represión política. Se tiene en cuenta como mayores preocupaciones circundantes a la desaparición forzada de personas, el acoso a los defensores de los Derechos Humanos, el uso de esta práctica por parte de los Estados y la impunidad general que conlleva. Las Naciones Unidas, junto con Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos – Desaparecidos (Fedefam), recomiendan prestar atención especial a todas las víctimas, en especial a los más vulnerables, como niños y personas con discapacidad.