Las debacles entre Ucrania y la Federación Rusa es un conflicto histórico que precede inclusive a la conformación de la Unión Soviética a principios del siglo XX. La discusión sobre los territorios de Donbass, una región caracterizada por los combates civiles entre separatistas prorrusos, escaló en una guerra oficial que Rusia reconoce como un enfrentamiento armado en "auxilio" de las regiones de Donetsk y Luhansk (provincias de Donbass).
Las ofensivas militares escalaron significativamente desde 2014, momento en que Rusia anexó Crimea, región al sur de Ucrania. En aquel momento, la legislación rusa pautó la Ley sobre Nuevos Territorios Federales a la península, la cual habilita a cualquier región de la península de Crimea a considerarse como parte de la Federación. A pesar de que este proceso no fue reconocido por Ucrania y los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), esta legislación es la que se utiliza para justificar la escalada bélica.
¿Cuál es el origen del conflicto entre Rusia y Ucrania?
En 1994, Rusia, Estados Unidos y Reino Unido firmaron el Memorándum de Budapest como una garantía de que ninguno de los países (que tenían un interés político sobre la región) avanzaría sobre el territorio ucraniano excepto que fuese "en defensa propia o en otra forma establecida por la Carta de las Naciones Unidas". Sin embargo, Rusia comenzó a alegar que la OTAN y Estados Unidos estaban intentando volcarse sobre Ucrania, argumento que se fortaleció en 2008 cuando la República de Georgia ingresó a la organización.
Durante 2013, el presidente ucraniano Yanukovich (con simpatías prorrusas) suspendió una negociación de libre comercio con la Unión Europea, lo cual disparó un conflicto civil en Ucrania. Esto trajo como consecuencia el anexo de Crimea, una región al sur de Ucrania cuya población pujaba entre aquellos que deseaban identificarse con la Federación rusa y quienes mantenían su identidad en Ucrania.
Durante los disturbios civiles de 2014, las regiones que más violentas se volvieron fueron aquellas de la región de Donbass, que se encuentra en la frontera de la Federación Rusa. Los estados Donetsk y Lugansk, se consolidaron como enclaves prorrusos.
¿Por qué Rusia consideró necesario su avance sobre Ucrania?
Ucrania representa un límite geográfico y político a las fuerzas de la OTAN sobre las fronteras de Rusia. Históriamente, Ucrania se mantuvo en un equilibrio tensionado entre Occidente y Oriente gracias al Memorándum de Budapest de 1994.
Pero la Federación consideró una violación al pacto cuando el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, no renunció a la posibilidad de unirse a las fuerzas occidentales de la OTAN e inclusive cuando reiteró el pedido estipulando que aquello "garantizaría la seguridad e integridad territorial".
"'Ni un centímetro para el Este', eso es lo que nos dijeron en 1990. ¿Y qué pasó? Nos han engañado, porque hubo cinco oleadas de expansión por parte de la OTAN. A eso nos referimos; al final del día nosotros no somos los que amenazamos, no nos acercamos a las fronteras de Estados Unidos y Gran Bretaña", declaró el presidente Putin en su conferencia de prensa de 2021.
¿Qué pasa en la región de Donbass?
Las regiones de Donetsk y Luhansk tienen problemas activos de enfrentamientos entre rebeldes civiles prorrusos desde 2014, que se dispararon en el momento que Rusia anexó a Crimea, cuando los separatistas tomaron el control del territorio.
Pero las debacles se calmaron con la instauración del Protocolo de Minsk, un pacto alcanzado por Ucrania y Rusia para poner fin al conflicto entre separatistas prorrusos y combatientes ucranianos que estalló ese año en el este de Ucrania. Este pacto se rompió cuando el presidente Vladimir Putin reconoció la soberanía de Donetsk y Luhansk y comenzó su envío de tropas bajo el fin pacífico de apoyar a la población prorrusa.