Nora Cortiñas, una de las fundadoras de la organización Madres de Plaza de Mayo, repasó en Redacción IP los 46 años de lucha en busca de los hijos y nietos desaparecidos en manos de la última dictadura cívica-militar.
Antes de que en marzo de 1976 la Junta Militar tomara ilegítimamente el poder del Estado nacional, Nora era ama de casa y costurera, pertenecía a una familia de clase media y tenía dos hijos. Su vida cambió por completo en abril de 1977 cuando su hijo Gustavo fue secuestrado y desaparecido en manos de los militares.
“Nunca supimos qué pasó con Gustavo ni dónde estuvo detenido. Creemos que se lo llevaron de la estación de tren en Castelar cuando iba a trabajar. Golpeamos puertas de Iglesias, hospitales y de oficinas públicas, pero nunca pudimos localizarlo”, recordó Nora.
Los comienzos de las Madres de Plaza de Mayo
“Las madres de hijos e hijas desaparecidas empezamos a encontrarnos para buscar en conjunto. Con mucha timidez empezamos a sentarnos en Plaza de Mayo para pensar qué hacer, pero la policía nos decía que teníamos que circular y así comenzamos a dar vueltas por la plaza”, señaló Cortiñas sobre los inicios de la organización Madres de Plaza de Mayo.
Para identificarse como grupo durante la peregrinación a Nuestra Señora de Luján, en octubre de 1977, las Madres decidieron ponerse un pañuelo blanco en la cabeza. Ese pañuelo se convirtió en un símbolo. “Las locas”, como supo llamarlas la dictadura de forma despectiva, sufrieron una constante persecución por la lucha que encomendaron. Incluso, algunas fueron secuestradas y desaparecidas.
“Hace 45 años que buscamos a nuestros hijos e hijas. Todavía seguimos sin noticias, sin lograr que se abran los archivos para saber qué pasó con cada uno de los que buscamos. Aún resta recuperar a los nietos apropiados que muchos jueces dieron en falsa adopción. Somos un movimiento colectivo, donde caminamos y luchamos juntas”, puntualizó.
Una vida dedicada a la lucha
A 46 años de la última dictadura militar y con 45 años de búsqueda incansable, Nora Cortiña sostuvo que la lucha es lo que la mantiene en pie. "El reconocimiento de saber que nuestros hijos luchaban por una patria libre y por justicia social. Por eso transformamos el dolor en lucha", expresó.
"Todo tiene que ver con todo, la búsqueda de la justicia social es indiscriminada. Nuestros hijos sentirían tristeza de ver al país tan pobre, queremos un Estado donde la gente pueda vivir con dignidad. Es lo mismo que quería Gustavo y los 30.000 desaparecidos", concluyó.
Redacción IP se emite de lunes a viernes de 22 a 23, con la conducción de Andrés Fidanza, Patricia Blanco y Leandro Renou.