El Papa en Canada: qué pasó en los internados por los que el líder religioso pidió perdón
El papa Francisco continúa su agenda en Canadá, donde llegó para una visita de perdón a pueblos indígenas que sufrieron abusos en internados manejados por la Iglesia entre fines del siglo XIX y la década de 1990.
El líder religioso arribó para mantener reuniones con familias e integrantes de los pueblos Métis, First Nations e Inuit en un recorrido por las localidades de Frog Lake, Maskwacis, Edmonton Québec e Iqaluit. Dichas comunidades fueron víctimas de opresiones en las escuelas e internados que financiaba el Estado canadiense y gestionaba la Iglesia católica, entre otros grupos cristianos.
Qué pasó en los internados de pueblos indígenas
Desde 1883 y hasta el cierre de la última escuela residencial en 1996, unos 150.000 nativos menores de edad fueron separados de su familia en un plan sistemático de asimilación forzosa para occidentalizar sus costumbres. El informe oficial elaborado por la Comisión por la Verdad y la Reconciliación (TRC), el Gobierno de Canadá describió como "genocidio cultural" a lo hecho por la Iglesia en los establecimientos.
El sistema de internados se extendió por Canadá una vez que el país logró la independencia de Gran Bretaña en 1867. A partir de entonces, los primeros gobiernos locales planearon la asimiliación de las comunidades originarias hacia flamante sociedad canadiense, de fuerte influencia europea a través de las diferentes oleadas inmigratorias.
Para ello, el Estado dispuso a partir de 1883 la internación de los jóvenes nativos menores de edad en las denominadas escuelas residenciales. Las prácticas no contemplaban el consentimiento de las familias, ya que buscaban borrar las costumbres y culturas de los indígenas para adaptarlos al nuevo país en formación.
A ese contexto de violencia se sumaban la falta de higiene y condiciones de salud, agravadas por el frío y la alimentación insuficiente debido a los pocos recursos asignados por el Estado. En consecuencia, enfermedades como la tuberculosis atacaron especialmente a los niños de los internados, según las cifras oficiales.
Además de las denuncias de abusos físicos, psicológicos y hasta sexuales que se registraron, los pueblos indígenas sostienen que entre 4.000 y 6.100 niños murieron en los internados.
Desde su creación por parte del Gobierno en 2008 y hasta 2015, la TRC contabilizó 139 centros que funcionaron en el país. De ellos, unos 50 estuvieron manejados por instituciones vinculadas a la Iglesia católica.
La "visita de perdón" del Papa en Canadá
En la ceremonia de recepción, Francisco saludó y besó la mano de una de las sobrevivientes de los internados, Alma Desjarlais, de los First Nations. Su esposo, el gran cacique y jefe de una de las confederaciones indígenas, Greg Desjarlais, también saludó al Papa con sus atuendos ancestrales.
La "peregrinación penitencial" del Sumo Pontífice responde a uno de los 94 pedidos explícitos que reclamó en 2015 la TRC que, con participación de representantes indígenas, instituyó el Gobierno canadiense para documentar la historia de sufrimientos en los internados.
En 2009, el entonces pontífice Benedicto XVI expresó un pedido de disculpas en nombre de la Iglesia. No obstante, el Gobierno canadiense consideró que la disculpa debería hacerse en Canadá.
"El llamado a la acción 58 pide que el Papa emita una disculpa a los sobrevivientes, sus familias y comunidades por el papel de la Iglesia Católica Romana en el abuso espiritual, cultural, emocional, físico y sexual de los niños de los First Nations, Inuit y Métis en la administración de las escuelas residenciales", explicaron desde la TRC.
La presencia del Papa también motiva encuentros políticos con el premier canadiense Justin Trudeau, quien lo recibió en su llegada y volverá a verlo el jueves en un acto junto a autoridades y civiles. Asimismo, se referirá a temas ambientales y renovará su crítica al colonialismo, según informaron fuentes vaticanas.
Para los responsables de la Comisión, "esta visita y disculpa son un primer paso simbólico en el camino de la sanación y la reconciliación, pero la Iglesia Católica debe seguir esta visita con una acción sincera, significativa e inmediata para reparar y poner fin al daño continuo cometido por las instituciones dentro de la Iglesia", plantearon.
En esa línea, el acuerdo reconciliatorio prevé desembolsos por 11.000 millones de dólares canadienses (unos 8.500 millones de la divisa estadounidense) en los próximos seis años para programas de reparación y acercamiento a las comunidades indígenas, según datos del último presupuesto.
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