El gobierno porteño insiste en el uso de las pistolas Taser
El Gobierno de la ciudad de Buenos Aries volvió a la carga con el pedido para que la Policía de la Ciudad utilice pistolas Taser, las armas eléctricas cuestionadas por los organismos internacionales por ser consideradas "una forma de tortura".
A través de un amparo por mora presentado ante la Justicia, la administración porteña pretende agilizar los permisos para que su fuerza de seguridad pueda portar y activar esas armas.
El planteo judicial exige que se libera la importación de las 60 armas modelo X2 que el GCBA compró en mayo de 2021 y cuyo ingreso al país quedó trabado por decisión de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC). Dicho organismo en un principio autorizó la compra, pero más tarde dio marcha atrás ante la cantidad de denuncias de distintos organismos de derechos humanos.
D'Alessandro afirma que es un problema "ideológico"
El ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, considera que la negativa de utilizar las pistolas Taser es "un problema ideológico del gobierno nacional" porque "comparan las Taser con las picanas de la dictadura".
Incluso, el funcionario acusó al Frente de Todos de haber "demonizado" el uso de esas armas que, según él, resultan "fundamental" para mantener el orden.
"Demonizaron el uso de estas armas y trabaron una herramienta fundamental para la seguridad de los tres millones de porteños y las casi cuatro millones de personas que diariamente ingresan a la Ciudad", cuestionó.
D'Alessandro también afirmó que las Taser "son ideales para actuar en espacios reducidos con abundancia de público" y explicó que "cuando son disparadas, unos dardos guiados por un cable envían 400 volts durante cinco segundos".
"El objetivo es dotar a la Policía de la Ciudad de un armamento que le permita a sus efectivos protegerse y cuidar a los transeúntes y a los actores pasivos del hecho sin poner en riesgo la vida del atacante", adujo.
De todas formas, los organismos de derechos humanos afirman que, a pesar de ser calificadas como "armas no letales", pueden matar. Sobre todo cuando quien recibe las descargas tiene mayor sensibilidad a las descargas eléctricas, sufre cardiopatías o algún otro problema que, tal vez, desconozca.