Liz Truss renunció como primera ministra de Reino Unido
La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, presentó su renuncia al cargo a solo 45 días de haber asumido.
La líder electa del Partido Conservador anunció su salida del Gobierno asegurando que "ya no podía cumplir con el mandato" de su espacio político, en medio de una crisis que incluyó la renuncia de otros funcionarios y fuertes críticas contra su programa económico.
"He hablado con el Rey para notificarle que renunciaré como líder del Partido Conservador. Asumí el Gobierno en tiempos de gran inestabilidad económica e internacional. Familias y negocios estaban preocupados por cómo pagar sus cuentas. La guerra ilegal de Putin en Ucrania amenaza la seguridad de todo el continente. Y nuestro país se ha resentido durante mucho tiempo por el escaso crecimiento económico", anunció Truss en su discurso de salida.
Y agregó: "Fui electa por el Partido Convsevardor con la obligación de cambiar esto. Cumplimos con el ahorro energético y en reducir el seguro nacional. Sin embargo, reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el compromiso por el que fui electa".
Las renuncias de los funcionarios
Días antes, la ministra de interior Suella Baverman había presentado su dimisión al gobierno de Truss con un mensaje crítico contra la sucesora de Boris Johnson.
"Fingir que no hemos cometido errores, actuar como si nadie pudiera ver que los hemos cometido y esperar que las cosas salgan bien por arte de magia no es serio", aseguró la ahora exfuncionaria.
Otra salida que complicó la situación de la premier británica fue la del ahora exministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng. El economista fue el autor del presupuesto presentado el 23 de septiembre en la Cámara de los Comunes, el cual preveía aumentar el gasto para hacer frente a la crisis energética y una reducción impositiva para los ricos y grandes empresas.
El reemplazante de Kwarteng, Jeremy Hunt, dio marcha atrás con las medidas principales del presupuesto, que contenía los fundamentos del programa económico impulsado por Truss.
En medio de la polémica y durante un debate parlamentario, la primera ministra saliente respondió a un cuestionamiento del líder laborista Sir Keir Starmen diciendo que no iba a renunciar. "Soy una luchadora", expresó.
Sin embargo, terminó renunciando ante las presiones crecientes de los mercados, la falta de respaldo de medios de comunicación y la pérdida de autoridad frente a miembros parlamentarios.