Carlos Ibáñez es enfermero del Hospital Argerich en la ciudad de Buenos Aires. Fue uno de los profesionales que asistieron a los heridos por la Policía durante la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001, que terminó con 39 fallecidos en todo el país.
La tapa de un diario nacional inmortalizó la imagen del médico arrodillado, de uniforme y con guantes en las manos, asistiendo a Diego Lamagna, asesinado de un balazo "en la cuarta costilla intercostal", disparado por "alguien que sabía lo que estaba haciendo".
En el video, Sebastián Davidovsky presenta el testimonio y los relatos de "el enfermero que se quedó" a 21 años del estallido social.
Una ambulancia en medio del caos
El cuerpo de enfermeros que integraba Carlos había sido convocado como servicio médico del entonces presidente, Fernando de la Rúa. Sin embargo, no se les permitió ingresar a la Casa Rosada y su tarea terminaría siendo otra.
Las protestas autoconvocadas de miles de ciudadanos en reclamo de una salida a la crisis social venían creciendo en intensidad. Ante eso, el gobierno de la Alianza respondió decretando el estado de sitio y habilitando una represión descontrolada.
"Más que los gritos o una botella de plástico no pasaba nada hasta que vinieron las Madres de Plaza de Mayo. Cuando empezaron a correr las vallas y le dieron paso a la montada, ahí fue el descontrol", recordó Carlos.
Mientras la violencia arrasaba las manifestaciones, el enfermero y los equipos de ambulancias rescataban a los abatidos en las inmediaciones de Plaza de Mayo. "Cuando fuimos por Avenida de Mayo, recién ahí nos dimos cuenta de la magnitud de lo que era. Porque era todo vidrio y piedra" relató.