Caravana de la Selección: el conflicto por la seguridad en los festejos por el Mundial

La Selección Argentina recorrió las calles de la provincia de Buenos Aires con la Copa del Mundo, pero terminó saludando a millones de hinchas desde helicópteros. Los contratiempos del operativo y la crítica de la AFA.

Horas después de haber conseguido la Copa del Mundo en Qatar, la Selección Argentina llegó al país para festejar y compartir el trofeo con millones de hinchas.

El recibimiento fue masivo e histórico, pero por razones de seguridad, el micro no pudo llegar al Obelisco, donde lo esperaban millones de hinchas.

La organización inició con comunicaciones a primera hora entre el presidente de la entidad futbolística, Claudio "Chiqui" Tapia, y los ministros de seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, de la ciudad de Buenos Aires (CABA), Marcelo D´Alessandro, y de la provincia de Buenos Aires (PBA), Sergio Berni. 

La primera parte del recorrido por PBA, a través de la avenida Richieri hacia General Paz, fue exitosa y no se registraron incidentes. Sin embargo, una vez que el micro que transportaba a Lionel Messi y compañía empezó a transitar la ciudad de Buenos Aires, el titular de la cartera nacional activó un operativo de emergencia con el fin de "preservar la salud y seguridad de los jugadores", ante los accidentes en los que se registraron heridos.

Las palabras de Aníbal Fernández y Chiqui Tapia

La concurrencia de más de 4 millones de personas en las calles provocó que se descartara el avance de la caravana hasta la intersección de las avenidas Corrientes y 9 de Julio, punto principal de la manifestación popular en la ciudad. 

Respecto de esa decisión, Fernández señaló que había advertido a Tapia que "ni loco los acompañábamos al Obelisco" porque eso implicaba correr el riesgo de "llegar hasta allí, quedar en una isla rodeada de gente y quedarse a vivir ahí seis días". Además, indicó que lo ideal era que el micro hiciera un "trayecto periférico para poder salir".

Cuando la caravana se acercaba a Parque Roca, dos hinchas saltaron al micro desde la avenida 25 de Mayo; uno de ellos cayó dentro del vehículo y el otro cayó a la calle colmada de otros manifestantes. En ese momento se resolvió utilizar los helicópteros para cerrar el festejo con un recorrido aéreo.

Cuando los jugadores se disponían a subir a las naves, el titular de la AFA publicó en su cuenta de Twitter un mensaje crítico contra el operativo de seguridad:

"No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco. Los mismos organismos de Seguridad que nos escoltaban no nos permiten avanzar. Mil disculpas en nombre de todos los jugadores campeones. Una pena", expresó el dirigente.

No obstante, en una segunda publicación rescató el operativo cumplido por la Policía bonaerense.

"Agradecemos a la provincia de Buenos Aires, encabezada por su ministro de seguridad Sergio Berni, que fue el único que acompañó durante toda la recorrida hasta la entrada a la capital sin registrar ningún incidente, permitiendo a los jugadores abrazarse al pueblo argentino", dijo Tapia.

Ante esto, Fernández repuso: "Mientras Tapia me llamaba y amenazaba con el primer tuit, nosotros sabíamos que Messi, Di María y De Paul ya estaban en el H17 de la Policía Federal". Y agregó: "La realidad es que nosotros tomamos las decisiones y gracias a Dios no existió ningún tipo de complicaciones".

Además, aseguró que durante toda la jornada "no hubo ningún tipo de abuso institucional" por parte de las fuerzas federales, a diferencia de lo sucedido en el operativo nocturno de la Policía de la Ciudad, que reprimió a quienes quedaban en los alrededores del Obelisco.

Los planes frustrados del operativo

A medida que el micro avanzaba rodeado de hinchas que manifestaban su agradecimiento a los campeones, las autoridades evaluaban dos posibilidades.

En un primer momento, se habló de transportar a los jugadores en helicópteros hasta la Casa Rosada. Ahí se les permitiría reproducir un encuentro con los hinchas similar al que hizo el plantel campeón del Mundial de México 1986, con Diego Maradona y otras figuras en el balcón de frente a la Plaza de Mayo.

"Los argentinos tenían la Casa de Gobierno a disposición", resaltó al respecto el presidente de la Nación, Alberto Fernández. El primer mandatario agregó que el festejo "fue una cosa magnífica que nuestro pueblo necesitaba", a la vez que señaló que "la Selección no es mía, ni de la oposición: es de todos".

En segundo lugar, se dispuso que los futbolistas saludarían a los hinchas desde la intersección de las avenidas 25 de Mayo y 9 de Julio. Esta alternativa quedó descartada desde que las multitudes colmaron las autopistas para esperar la llegada de la caravana.

Al finalizar la jornada, el Presidente destacó los festejos y evitó referirse a los contratiempos del operativo de seguridad.

"Celebro el modo en que el pueblo se volcó a las calles para homenajear a nuestra Selección y al equipo técnico. Millones de argentinos y argentinas en las calles, en un diciembre distinto, que quedará para siempre en nuestros corazones", publicó en su cuenta de Twitter.