Lula Da Silva asumió como presidente de Brasil: los desafíos que le esperan
Lula da Silva asumió este 1 de enero de 2023 la presidencia de Brasil, en medio de un fuerte operativo de seguridad.
Será su tercera gestión, que consiguió por el voto popular tras una campaña electoral con una gran polarización política. Fortalecer la democracia y reducir la violencia serán los desafíos principales del nuevo mandatario.
En el video, el periodista Eduardo Martínez informa sobre los detalles de la asunción presidencial.
La asunción formal será en el Congreso Nacional y el evento posterior estará emplazado en la Explanada de los Ministerios, en Brasilia. Se espera que el presidente electo llegué a las 13:45 en al Congreso y que la toma de posesión sea a las 15:00.
Acontecimientos violentos relacionados al odio lulista
Lula ganó las elecciones por el 50,9% de los votos frente al 49,10% de Jair Bolsonaro. Tras la victoria del líder del Partido de lo Trabajadores, camioneros y manifestantes bloquearon más de 200 rutas en al menos 11 estados.
Además, días atrás la Policía de Brasilia desactivó un explosivo que un bolsonarista había colocado en un camión cisterna.
Consciente de los desafíos que enfrentará al gobernar una sociedad altamente polarizada, Lula da Silva en su primer discurso como presidente electo afirmó que "gobernará para todo el pueblo" y llamó a "restablecer los lazos rotos por la propagación del odio".
"Es hora de bajar las armas que nunca debieron ser empuñadas. Basta de armas", dijo.
Los desafíos de la gestión
El exmetalúrgico deberá gobernar la mayor economía de América Latina en medio de un país polarizado. El presidente saliente, Jair Bolsonaro, deja un Brasil que regresó al mapa del hambre de la ONU, que mostró que el 28,9% de la población padece de "inseguridad alimentaria moderada o severa".
El año 2022 significó a su vez la exhibición de las garras del extremismo de la derecha, calificado en muchos casos de terrorismo, desconociendo el resultado de las elecciones, cortando rutas y poblando el frente de los cuarteles para pedir un golpe militar que elimine a la Corte Suprema.
Otro de los desafíos será dirigir el Ejecutivo brasileño con un Congreso con mayoría de derecha.
El líder del Partido de los Trabajadores conformó un frente amplio con sectores de la derecha no bolsonarista, con el cual deberá convivir los próximos cuatro años.