La VII Cumbre de la Celac se celebró en Buenos Aires con la presencia de representantes de los 33 países miembros de la región por primera vez en su historia. El cónclave tuvo como ejes la discusión de acuerdos políticos y económicos para lograr la integración latinoamericana y caribeña.
Otro de los puntos destacados fue la vuelta de Brasil, que se reintegró luego de su salida bajo la administración de Jair Bolsonaro, en 2020.
En este contexto el temario resaltó la consolidación de la región "como un espacio de unidad en la diversidad y su integración con mayores niveles de inclusión y desarrollo".
El análisis de la Cumbre
En el encuentro interregional estuvo presidido por el primer mandatario argentino Alberto Fernández. Además, dijeron presente Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Gustavo Petro (Colombia), Gabriel Boric (Chile), Luis Arce (Bolivia), Xiomara Castro (Honduras), Mia Mottley (Barbados), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Luis Lacalle Pou (Uruguay) y Miguel Díaz-Canel (Cuba).
"Hubo reuniones, acuerdos y desacuerdos. Se vivió un clima de principios de siglo donde había una región monocroma de gobiernos de centroizquierda progresistas pero me parece que no es lo mismo hoy. La diferencia radica en que estos liderazgos encarnan discursos, iniciativas e ideas propias y no tanto de la región en conjunto", analizó Andrés Fidanza.
En este contexto, se vivieron cruces políticos, como el reclamo de Boric a la presidenta peruana Dina Boluarte por la represión en Perú. "Boric lo único que tiene más o menos claro es la situación de los derechos humanos. Después, dentro del espectro progresista hay una confusión que se manifiesta todo el tiempo en su gobierno, que es esto de no saber bien qué quiere ser, despegándose de los viejos liderazgos de la izquierda", reflexionó Leandro Renou.
Por otro lado, las diferencias se intensificaron del lado del presidente uruguayo Luis Lacalle Pou quien denunció: "Hay países acá que no respetan la democracia, los derechos humanos ni las instituciones. No tengamos una visión hemipléjica según afinidad ideológica”.
Otro de los puntos centrales fue la presencia de Lula da Silva, que abogó por la unidad latinoamericana y promovió las relaciones económicas de la región. “Brasil vuelve a mirar su futuro con la certeza de que estaremos asociados a nuestros vecinos bilateralmente, en el Mercosur, la Unasur y la Celac”, destacó.
El documento final
Los intercambios intentaron saldarse en la firma del documento final de la cumbre, un "acuerdo programático" con cien puntos para "promover la unidad y la diversidad política, económica, social y cultural de los pueblos". Allí convergieron los temas de acuerdo general de la reunión como la defensa de los recursos naturales y estratégicos, el levantamiento del bloqueo a Cuba y la necesidad de un diálogo con Venezuela.
En este sentido se consignó a la región como "zona de paz" remarcando su importancia mundial en materias como seguridad alimentaria, nutricional y en la exportación de alimentos.