El Ejército a Rosario: las medidas del Gobierno y la crítica del CELS
El Gobierno nacional formalizó el envío de personal de las Fuerzas Armadas a Rosario, como parte de la respuesta a la violencia vinculada al narcotráfico que afecta a esa ciudad de Santa Fe.
El desembarco y puesta en funciones de 300 gendarmes y 100 efectivos de la Policía Federal, que se suman a otros 1.000 enviados anteriormente, se concretó con el anuncio que el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, encabezó junto al gobernador santafecino, Omar Perotti, y el intendente de Rosario, Pablo Javkin.
"Es imperioso que nos metamos en cada lugar y nos metamos hasta el hueso. Hemos traído fuerzas suficientes como para actuar en cada uno de los lugares, y me producen una enorme satisfacción las reuniones que tuvimos con el Presidente, el gobernador y el intendente", dijo el funcionario nacional.
Medidas contra el narcotráfico en Rosario
Tal como había anticipado el presidente, Alberto Fernández, y según ratificó el titular de Seguridad, el refuerzo en seguridad que aporta Nación consiste en dos acciones principales.
Por un lado, el trabajo de agentes en operativos contra la violencia y el crimen organizado. Entre esos efectivos se cuentan, además, los de la Compañía de Ingenieros del Ejército, enviados para realizar tareas de "urbanización de los barrios populares" rosarinos. Estos últimos, según especificaron desde el Gobierno, no portarán armas.
Por otra parte, se firmó un convenio entre el gobierno santafesino y la Unidad de Información Financiera (UIF). El organismo trabajará para acelerar la investigación de maniobras financieras vinculadas al narcotráfico, como el lavado de activos.
"La presencia de la UIF es fundamental. Hay que seguir el dinero de lo que está sucediendo, para romper una rosca que nos está haciendo daño y es por donde camina el tema más difícil", dijo Fernández.
La advertencia del CELS
Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) se difundió una advertencia sobre el envío de Fuerzas Federales a Rosario.
"El anuncio de que el gobierno nacional enviará divisiones del Ejército a Rosario es un hecho grave, que muestra el fracaso político para resolver con seriedad la violencia urbana y la limitación a un abordaje punitivista del problema", expresaron desde la organización de derechos humanos.
"La violencia no se reduce con acciones espasmódicas e improvisadas. En los últimos años, el despliegue de fuerzas de seguridad federales fue una moneda de cambio político entre el gobierno nacional y las provincias. A esta lógica, ahora suman a las Fuerzas Armadas", agregaron.
En ese sentido, señalaron que la medida podría afectar "la separación entre defensa nacional y seguridad interior".
"Lo anunciado se asemeja a los despliegues en fronteras realizados por distintos gobiernos en los últimos años: se envía a las Fuerzas Armadas a destinos en los que no deberían intervenir, en contextos para los que no están capacitados y en donde el sentido de sus funciones es poco claro", remarcaron.