¿Cómo fue la elección que llevó a Néstor Kirchner a la presidencia en 2003?
El 27 de abril de 2003 los ciudadanos argentinos fueron a las urnas para elegir a su próximo presidente. En una elección histórica, Néstor Kirchner llegó a la Casa Rosada.
El contexto de su asunción se ubicó luego de los eventos del "Cacerolazo", el estallido social generalizado que terminó con el gobierno de Fernando de la Rúa en diciembre de 2001 y generó la llegada de cinco presidentes provisorios hasta el interinato de Eduardo Duhalde.
La crisis económica desatada por las políticas de ajuste llevaron al país a la quiebra y trajeron un gran empobrecimiento de la población, que salió a la calle bajo la consigna "que se vayan todos". Después de la crisis, y en medio de un clima de desencanto por la política, Duhalde llamó a elecciones presidenciales.
Kirchner candidato
En abril de 2003 cinco candidatos se presentaron a ellecciones:
- Néstor Kirchner
- Carlos Menem
- Ricardo López Murphy
- Elisa Carrió
- Adolfo Rodríguez Saá
Kirchner era candidato del Frente para la Victoria (FPV), una coalición de partidos peronistas y de centro-izquierda que logró reunir un amplio espectro de fuerzas políticas.
Oriundo de Santa Cruz, Néstor Kirchner se destacaba por ser un político joven y sin experiencia nacional previa, pero que había sido gobernador de su provincia durante tres períodos consecutivos, desde 1991 hasta 2003.
La elección se llevó a cabo en dos vueltas, el 27 de abril y el 18 de mayo de 2003. En la primera vuelta, Kirchner obtuvo el 22,24% de los votos, mientras que el candidato justicialista Carlos Menem obtuvo el 24,45%.
Sin embargo, Menem se retiró del balotaje debido a la falta de apoyo popular, dejando el camino libre para Kirchner, que finalmente asumió la presidencia con el 22,24% de los votos.
El gobierno de NK
El gobierno de Néstor Kirchner giró drásticamente las decisiones políticas que venían tomando los gobernantes argentinos de los últimos tiempos. Su gestión se enfocó en la reactivación económica y la promoción de políticas sociales y de derechos humanos.
Además, su mandato sentó las bases para la recuperación económica del país en los años siguientes. En este sentido, logró estabilizar la economía argentina, que venía en crisis desde el año 2001, y llevarla a un crecimiento sostenido. Además, se renegoció exitosamente la deuda externa del país, lo que permitió reducir el riesgo financiero y mejorar la calificación crediticia.
Por otra parte, impulsó políticas sociales para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, incluyendo la creación de programas de empleo y capacitación, la expansión de la cobertura de salud y educación, y el aumento de las pensiones y jubilaciones.