La CGT pidió un gran acuerdo político, económico y social
En medio de la crisis económica, la CGT conmemoró el Día del Trabajador y la Trabajadora con un acto. El mismo contó con la presencia de los dirigentes Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano.
El acto fue en el estadio Defensores de Belgrano, en el barrio porteño de Núñez. Los tres dirigentes dejaron sus diferencias de lado para reclamar a "toda la clase dirigente recuperar el rumbo definitivo hacia el desarrollo, la producción y el trabajo".
Asimismo, remarcaron la necesidad de poner en marcha un "gran acuerdo político, económico y social que promueva y fortalezca una verdadera y permanente alianza entre la producción y el trabajo".
Qué dice el documento
A tan solo meses para las PASO, la CGT advirtió sobre "el surgimiento de emergentes que con mensajes antisistema pretenden capitalizar el descontento social".
En este sentido, la central obrera pidió "recrear el diálogo" para lograr un "consenso sobre 10 políticas de Estado destinadas a dinamizar los potenciales económicos productivos que tienen la Argentina".
"Nadie puede resignarse a creer que las condiciones materiales de Argentina sean el 40% de pobreza. La verdad histórica es inapelable respecto a la irresponsabilidad con la que se contrajo el endeudamiento. Es urgente una rediscusión de plazos y pautas de las condiciones sobre los servicios de la deuda comprometidos con el FMI", indicó el documento.
La CGT también reforzó la necesidad de "construir un pacto económico y social donde la política asuma un protagonismo a la altura de los problemas que atravesamos".
Asimismo, señaló la importancia de "recuperar la cultura del trabajo", ya que "los niveles de pobreza e indigencia nos deben llevar a pensar una alternativa superadora donde el trabajo y la producción sean ejes que promuevan el progreso y las oportunidades para todos y todas".
Reforma laboral
En cuanto a la posible implementación de una reforma laboral, la CGT sostuvo que se deben "discutir los medios de producción" y "poner los recursos estratégico al servicio del trabajo y el desarrollo económico y social".
"No nos oponemos a los avances tecnológicos, pero estos deben estar al servicio de las grandes mayorías y servir a los pueblos", indicaron.
El documento de la central obrera también señaló: "Un modelo económico incluyente debe privilegiar el valor del trabajo, distribuir más equitativamente los frutos de la productividad y entender que los derechos de las y los trabajadores no son privilegios sino la necesidad de participar de una sociedad menos desigual".