Atentado a CFK: la jueza Capuchetti rechazó profundizar la investigación sobre Milman
La jueza federal, María Eugenia Capuchetti y el fiscal federal, Carlos Rívolo, desestimaron ordenar nuevas pruebas respecto a la "pista Milman" que relaciona al diputado de Juntos por el Cambio, Gerardo Milman, en el intento de magnicidio a la vicepresidenta, Cristina Fernández.
En este marco, la magistrada no hizo lugar al planteo de la querella, que solicitó el secuestro del celular personal de Milman luego de que una exasesora del diputado declaró haber sido citada en una de las oficinas de Juntos por el Cambio para borrar información de su teléfono.
"De momento no corresponde hacer lugar a las diligencias pedidas por las querellas", expresó el fiscal.
Un pedido "irrazonable"
Además, la jueza a cargo de la investigación del intento de magnicidio a CFK calificó de "irrazonable" el dictado de una medida de prueba cuando el fiscal Rívolo "manifestó expresamente que el grado de convicción que asigna a las pruebas que componen la línea investigativa, no superan siquiera el exámen para realizar las medidas que le fueron propuestas".
La querella de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, está encabezada por los letrados Marcos Aldazábal y José Manuel Ubeira. Fueron ellos quienes reclamaron el avance de la investigación que indica una posible participación ideológica de Milman en el atentado a CFK.
La pista Milman
En esta línea, un testigo declaró que 48 horas antes del intento de magnicidio, vio a Milman reunido con dos asesoras en el bar Casablanca frente al Congreso, y que lo escuchó decir: "Cuando la maten, yo estoy camino a la Costa".
Por otro lado, Ivana Bohdziewicz, una de las exasesoras de Milman que estuvo presente ese día en la reunión, declaró que el perito informático Jorge Adolfo Teodoro borró la información de su celular en las oficinas que la precandidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, tiene sobre Avenida de Mayo.
"Nos fuimos a Av. De Mayo 953, tercer piso, oficina Patricia Bullrich, si no me equivoco, llegamos ahí, no había nadie, solo estaba Milman con el perito, cuyo nombre no recuerdo, pero era morocho, grandote, de unos 60 años aproximadamente, vestido de civil, no recuerdo si estaba con bastón", declaró Bohdziewicz frente a la jueza.