El exministro de Seguridad de la Nación, León Arslanián, analizó las políticas de seguridad en Argentina.
Además, el exjuez reconocido por haber integrado el tribunal que juzgó a los genocidas de la última dictadura cívico militar, rechazó el punitivismo entendido como el enfoque en la Justicia Penal caracterizado por la imposición de castigos y sanciones severas a los delincuentes como forma principal de respuesta al crimen.
"El punitivismo forma parte de campañas electorales y eso es muy preocupante", expresó en diálogo con Mariana Verón para Identidades.
En el video, la entrevista completa.
"Hay que evitar caer en demagogias baratas"
En este contexto, Arslanián analizó la utilización de propuestas punitivistas en campaña y el rol de los medios frente a los hechos de inseguridad.
"Hay que evitar caer en demagogias baratas y poder discriminar cuando hablamos de Justicia de qué estamos hablando. Los medios de comunicación generan un clima de intranquilidad y algunos tienen tendencia a escandalizar al público, cuando esto sucede la opinión pública arde", indicó.
Asimismo, el exmagistrado reflexionó acerca de los casos de inseguridad que se viven en distintos barrios y distritos del país.
"Las escenas que se ven a diario por televisión de personas que son asaltadas y golpeadas son hechos realmente graves, execrables. Tienen la peculiaridad de que se producen en muchos lugares pero marcadamente en barrios humildes, y quienes cometen estos hechos son menores, adolescentes, por lo general gente joven, armada y que utiliza un grado de violencia injustificado para robar cosas de escaso valor", expresó.
"Trabajar en la prevención social"
En este marco, el exministro destacó la necesidad de mejorar políticas de prevención para evitar el delito.
"Hay que trabajar en materia de prevención social y vincular a los jóvenes con la escolaridad y la capacitación para tareas laborales. A la hora de analizar el problema de la seguridad vemos componentes que no son estrictamente policiales o judiciales sino que también comprometen otras áreas sociales. Es fundamental una mejora importante de la oferta educativa que haga de la escuela algo más que pura enseñanza académica sino que también imparta valores fundamentales como el respeto a la vida y la propiedad. Hay una necesidad enorme de que los jóvenes tengan el control social que puede dar la escuela”, profundizó.
La seguridad como derecho humano
Desde su experiencia como ministro de Seguridad dos veces en provincia de Buenos Aires y una en Nación, expresó: “La seguridad es un derecho humano, eso es lo que no se afirma con contundencia y quien viola la seguridad está violando un derecho humano. Los derechos humanos no es que son de los delincuentes, son de las víctimas también y son de cualquier ciudadano".
Por su parte, el exjuez enfatizó: "Hay una idea muy fuerte de que la víctima no está amparada de la misma manera que puede tener un delincuente y es una idea contra la que hay que luchar pero con hechos, mostrando cómo la víctima tiene amparo, que tiene donde recurrir. Lo que todos los ciudadanos necesitamos es efectividad por parte de del Estado”.
La Corte Suprema
Al ser consultado sobre la conformación de la Corte Suprema de Justicia, Arslanián indicó que debería ser un "debate cerrado".
"La Corte ya tendría que estar estabilizada y con la discusión zanjada al respecto de qué cantidad de jueces debería tener. Es un problema grave. Cinco miembros es una cantidad insuficiente para un país con 47 millones de habitantes, y sobre todo por ser una corte muy generosa en la apertura de los recursos extraordinarios", expresó.
Además, el exmagistrado criticó la burocracia judicial de la Corte. "Hoy en dia está atestada de expedientes y papeles. Tendria que reformarse estructuralmente, reformar los recursos. No creo que pueda tener menos de nueve miembros. Hay cortes de 15 o hasta 30 miembros en América Latina. No es una extravagancia proponer cortes numerosas como se ha hecho acá", indicó.
El éxito de "1985"
Por último, develó que tras el gran éxito de la película "1985" sobre los juicios a la última dictadura cívico militar, se sintió satisfecho con la manera en que se mostraron los acontecimientos.
"Me gustó mucho la interpretación de Portaluppi (Carlos), es un actorazo. Sentí que era yo en los gestos, la manera de hablar, estuvo muy bien representado", destacó.
Sobre la anécdota más famosa que puso en relieve la película contó: "Lo de que anotamos las penas en una servilleta es una frivolizacion. Se discutieron mucho tiempo las condenas, pero pasaba que no terminamos de ponernos de acuerdo y esas discusiones demoraban. Yo no quería llegar al momento de la sentencia sin tener un piso firme y bien resuelta la convicción de cada uno de estar bien seguro de lo que estaba haciendo y que esto no iba a significar una apertura de la discusión con posterioridad. Entonces fue que dije bueno basta saque un servilleta y cada cual siga porque votan y me firman esta servilleta y yo me la guardo. Nadie habló más y no hubo posible discusión".