Condenaron a siete represores con hasta 25 años de prisión por crímenes durante la dictadura militar
La Justicia de Corrientes condenó a siete represores de la Brigada de Infantería VII, sub-zona 23, con penas de hasta 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura cívico-militar.
En este marco, los organismos de derechos humanos de la provincia correntina celebraron el fallo que encontró culpables a siete de los nueve acusados y advirtieron sobre el resurgimiento de los discursos negacionistas.
Quiénes son los condenados
El Tribunal Oral Federal de Corrientes resolvió las penas de 25 años de prisión para el capitán del Ejército Argentino, Juan Carlos De Marchi y el coronel Horacio Losito.
Los otros condenados fueron el comandante de Gendarmería, Raúl Reynoso (18 años); el general de Brigada, Eduardo Antonio Cardoso (15 años); el coronel Abeladro de la Vega (12 años); el coronel Raúl Harsich (8 años) y de 4 años para el sargento Pedro Armando Alarcón.
Además, se resolvió la absolución del comandante de Gendarmería, Abelardo Palma, y del teniente coronel del Ejército, Alfredo Farmache.
El Tribunal estuvo compuesto por los magistrados de Cámara Juan Manuel Iglesias, Eduardo Ariel Belforte y Fermín Amado Ceroleni quienes resolvieron las condenas por considerar a los imputados como partícipes necesarios de torturas y secuestros, considerados delitos de lesa humanidad.
Por otro lado, se los juzgó como responsables de la detención y torturas a la sobreviviente Judith Casco, en abril de 1976, junto con la apropiación de su bebé de 11 días.
El juicio más grande del Norte
En este marco, se destacó que este proceso judicial por crímenes de lesa humanidad es el más grande realizado en el Norte de nuestro país.
"Se ha logrado Justicia que nosotros no tuvimos y que los 30.000 [desaparecidos y muertos por la dictadura en Argentina] tampoco tuvieron", expresó Judith Casco luego de escuchar el fallo del Tribunal.
Asimismo, los condenados cumplían funciones en la Brigada de Infantería VII con sede en la capital correntina, donde la última dictadura cívico-militar organizó los secuestros, torturas y desapariciones de miles de personas en la región noroeste que también incluyó a Misiones, Chaco y Formosa.