La jueza María Eugenia Capuchetti procesó con prisión preventiva a Nicolás Gabriel Carrizo y a Agustina Díaz como partícipes secundarios del intento de homicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Además, se dictó un embargo de 100 millones de pesos para cada uno.
Carrizo es señalado como el líder de "los copitos" y dueño de la máquina de algodones de azúcar, en la que trabajaban Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, ambos ya procesados. Díaz, por su parte, es amiga de Uliarte y después del atentado le sugirió borrar toda información de su celular.
Analizan más celulares de Carrizo
La defensa de Gabriel Carrizo, líder de "los copitos" apeló la excarcelación que la jueza Capuchetti le negó por considerarlo partícipe de la planificación del intento de asesintato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, por las pruebas que surgieron del peritaje en su teléfono celular. Ahora, la posible libertad del acusado quedó en manos de la Cámara Federal.
En el mientras tanto, la Justicia analizará no solo el celular que Carrizo entregó de forma voluntaria sino que también otros celulares que se secuestraron en los últimos allanamientos para saber si en ellos se alojan más pruebas. Además, la querella de la vicepresidenta insiste en investigar si el grupo recibió algún tipo de financiamiento para concretar el atentado.
"Los copitos" planeaban matar a Máximo Kirchner
El peritaje sobre el celular de Gabriel Carrizo, cuarto detenido por el intento de asesinar a Cristina Fernández de Kirchner, reveló que el grupo de "los copitos" tenía planes de matar al diputado Máximo Kirchner.
"Estamos pensando a matar al jefe de La Cámpora esta vez", dice un mensaje que Carrizo envió el primero de septiembre a las 23.40, es decir, horas después del atentado a un contacto que figura como Jony White.
El contenido del teléfono del dueño de la máquina de hacer copos de azúcar también confirmó su participación en la planificación de intento de magnicidio y que, incluso, aportó un arma adicional para cometerlo. Por tal motivo, el líder de "los copitos" continúa detenido.
"Esto estaba planificado para dentro de una semana, hizo todo mal. Es un pelotudo", lamentó en un mensaje que envió a su hermanastra, en el que señalaba que Brenda Uliarte y Fernando Sabag Montiel no habían respetado el supuesto plan original.
"Estamos decidios a matar a la puta esa", insiste en otro texto. Además, en uno de los mensajes que Carrizo envío tras el ataque a Cristina Fernández afirma que el grupo se juntó aquella noche en su casa, ubicada en la avenida Montes de Oca.
La declaración de Carrizo
Gabriel Carrizo declaró ante la Justicia y negó haber participado de la planificación del atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. "Declaró por no menos de tres horas. Pudo contar su relación con estas personas y despegó su nombre de la intención criminal", detalló su abogado, Gastón Marano.
"Carrizó negó haber frecuentado Recoleta, negó haber realizado inteligencia previo al atentado y ofreció pruebas sobre el lugar en el que se encontraba", destacó el letrado y remarcó que volvió a pedir la excarcelación del acusado.
Sobre los mensajes en contra del presidente Alberto Fernández y aluciones al atentado, que contenía su celular, Marano señaló: "Los mensajes no fueron parte de la acusación. Resultan vinculante, pero jurídicamente no constituyen una acusación".
"Se sabe inocente y así lo manifestó. Lloró ante la declaración proque le angustia la situación. Cuando Carrizo descubrió las mentiras de Uliarte, se presentó ante la división central de policía, fue escuchado como testigo y entregó su celular. Si tenés algo incriminante, no lo entregas", sostuvo el abogado.
El rol de Carrizo en el atentado
Gabriel Carrizo es el cuarto detenido por el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Se trata del jefe de "la banda de los copitos", que cayó ante la Justicia por los mensajes que envió inmediatamente después del intento de asesinato contra la exmandataria.
"Esto tenía que ser de otra forma", dice uno de los mensajes que Carrizo envió luego de que Fernando Sabag Montiel quedara detenido por intentar matar a la vicepresidenta. El contenido del teléfono del dueño de la máquina de copos de nieve es parte de las pruebas en su contra y, según funtes de la investigación, está muy comprometido en el plan.
A partir del peritaje en el celular de Carrizo, se supo que el 1 de septiembre, día del atentado, este hombre tuvo comunicaciones activas desde un galpón en Barracas. El lugar era utilizado por todo el grupo de "los copitos" para tener reuniones. Luego del intento de magnicidio, según la geolocalización móvil, Brenda Uliarte se refugió durante un tiempo en ese galpón.
De acuerdo a algunos mensajes de las horas y días posteriores, según pudo reconstruir Página/12, Carrizo habla del tema y todo hace suponer que había otra idea para cometer al asesinato y se enoja porque se hizo de otro modo. También expresa abiertamente su temor de quedar comprometido. En la causa hay elementos que indican que participó de la inteligencia previa. El 28 de agosto habría estado en las inmediaciones de la casa de CFK, camuflado con un gorro y un barbijo.
Carrizo apareció junto a Uliarte en una nota televisiva el día psoterior al atentado. En esa entrevista estaban presentes otros miembros del grupito (Sergio Orozco, Leonardo Volpintesta, Miguel Angel Castro Riglos y Lucas Acevedo), pero Uliarte y Carrizo fueron los que más hablaron y se despegaron del hecho. Con Uliarte ya detenida, Carrizo y sus amigos se presentaron a declarar como testigos y apuntaron a desentenderse y hundirla. Él, incluso mostró mensajes donde ella afirmaba estar "orgullosa" de lo que habían hecho.
Los mensajes de Carrizo
"Seguro que el próximo sos vos Alberto. Tene cuidado", escribió Carrizo en su estado de Whatsapp tras el atentado.
"El Gobierno es vulnerable y espero que les quede claro. Nosotros somos los que mantenemos estos parásitos ahí arriba, van a juzgar a una persona que le estaría haciendo un gran favor a toda la nación Argentina", decía otro de los mensajes que envió, en alusión a Sabag Montiel.
El análisis de los teléfonos pone a un integrante más del grupo, Lucas Acevedo, en un lugar relevante en el flujo de llamadas, en especial en contacto con Carrizo, desde el 19 de agosto en adelante, pero también con Uliarte precisamente el 1 de septiembre a la tarde. Ese día está probado que Uliarte y Sabag Montiel se movieron juntos. Los investigadores entienden que ella tenía algo de autonomía, pero Carrizo seguía todo. El día del ataque tuvo comunicaciones desde las 0.33 hasta las 22.31 desde la zona de Barracas. Al día siguiente las antenas lo captan en Barracas y San Telmo a la madrugada: a las 2.09 y a las 5.02 respectivamente.
Detención de Díaz y mensajes entre ella y Uliarte
La detención de Agustina Díaz fue ordenada por la jueza María Eugenia Capuchetti a raíz de información obtenida en uno de los peritajes del teléfono celular de Uliarte. Según trascendió, ambas se habrían comunicado inmediatamente después de que Fernando Sabag Montiel accionara el arma.
La sospechosa fue trasladada al penal de Ezeiza. En tanto, se realizaron allanamientos en los que se secuestraron, entre otros elementos de interés para la causa, tres teléfonos celulares que pertenecerían a Díaz.
Una vez levantado el secreto de sumario, se dieron a conocer mensajes extraídos de esos dispositivos en los que Díaz le pedía a Uliarte "borrá todo" y preguntaba "¿por qué falló el tiro?". En la misma conversación, recriminaba: "¿Cómo mandaste a este tarado?".
Consultado acerca de esa comunicación y de la presunta participación de Díaz en el ataque planificado, Molina reiteró: "No tiene ningún tipo de relación con este hecho y no conocía a Sabag Montiel".
Por último, repuso: "Habría algún mensaje, pero de ninguna manera alentando a la comisión del hecho que se está investigando".
José Molina, abogado defensor de Agustina Díaz, desconoció los mensajes que incriminan a la joven de 21 años como participante del hecho. El representante legal señaló ante la prensa que los mensajes trascendidos entre Díaz y Brenda Uliarte "no son correctos", en caso de que la causa judicial se encuentre bajo secreto de sumario. Asimismo, reconoció que ambas mantienen una relación de amistad y detalló que fueron "compañeras de la escuela".
La pericia del celular de Uliarte
Los peritos que analizaron el teléfono de Brenda Uliarte accedieron a los mensajes de la imputada con Agustina Díaz y desbloquearon un documento encriptado.
La joven de 23 años se había negado a brindar la clave de su celular al momento de su declaración indagatoria. En total, se analizaron 120 gigabytes de información que se encontraban dentro de una carpeta de acceso restringido.
A su vez, la Justicia intenta determinar de qué vivían Uliarte, Fernando Sabag Montiel y su grupo de amigos que declararon como testigos y dijeron vender copos de azúcar junto con ellos en un puesto callejero. Los investigadores tienen dudas sobre que su medio de subsistencia haya sido la venta de este producto, por lo que se intenta descubrir si recibieron apoyo financiero o logístico.
A la investigación se sumaron evidencias de que Uliarte habría recibido ayuda de su entorno al retirarse del lugar de los hechos. Una de las hipótesis es que buscaron formas de contactarse entre ellos sin ser detectados, como perfiles falsos en redes sociales.
El exnovio de Uliarte aportó pruebas
Un exnovio de Brenda Uliarte entregó a la Justicia una bolsa blanca y un paraguas que la joven dejó en su casa la noche del atentado. Según relató el joven, que se llama Lucas Ocampo, después de ataque contra Fernández de Kirchner, la sospechosa lo llamó y le pidió pasar la noche en su casa.
Los objetos que dejó en el lugar fueron enviados a peritar y se busca determinar la posible presencia de restos de pólvora en esa bolsa, para confirmar si allí se guardo el arma que Fernando Sabag Montiel utilizó para disparar, una prueba que la involucraría directamente con la planificación del atentado.
Ante la aparición de estas pruebas, por la madrugada se allanó el domicilio de Ocampo en un operativo a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria en el partido bonaerense de San Miguel. El joven, que se dedica a la albañilería, fue trasladado hasta los tribunales federales de Retiro como testigo.
Según trascendió de la declaración de Ocampo, él mismo puso a disposición su teléfono y explicó que Uliarte lo llamó para decirle que había estado con el atacante de la vicepresidenta y le pidió ir a su casa. El joven afirmó que se negó, pero que Uliarte fue igual y se quedó a dormir hasta las 5 de la mañana del otro día, cuando la despertó porque se tenía que ir a trabajar y no quería dejarla sola en la vivienda.
Imputación completa para Sabag Montiel y Uliarte
Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte fueron formalmente imputados por la Justicia por intentar asesinar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en un acto premeditado y acordado por ambos.
La Justicia remarcó que los acusados "intentaron dar muerte a la vicepresidenta con planificación y acuerdo previo". El hecho se dio el pasado primero de septiembre, frente a la casa de Fernández de Kirchner en el barrio porteño de Recoleta, mientras una multitud le daba muestras de apoyo a la expresidenta.
Para la investigación del crimen, Sabag Montiel y Uliarte aprovecharon "el estado de indefensión generado por la multitud". Además, se les imputó "haber llevado consigo el arma de fuego sin autorización legal, haber acopiado dos cajas de municiones con 50 cartuchos cada una y haber falsificado certificados de discapacidad a sus nombres".
La versión de los acusados
Fuentes judiciales confirmaron que la joven negó haber tenido participación en el intento de magnicidio y se negó a contestar preguntas del Tribunal. Por su parte, Sabag Montiel, que se negó a declarar en dos ocasiones, señaló que ni él ni Brenda tuvieron nada que ver.
Cómo sigue la investigación
En el marco de la investigación, la Justicia procedió a la inspección y el secuestro de los vehículos pertenecientes a Sabag Montiel, se incautó documentación relativa a los rodados y el DNI del imputado. Además, se encuentra en proceso el peritaje del teléfono de Brenda Uliarte y 6 teléfonos más.
Asimismo, se encuentra en proceso la reconstrucción, a través del análisis de todas las cámaras de grabación posibles, de todo lo que hicieron ambos el día del hecho.
Por otro lado, actualmente los defensores de los imputados son los abogados oficiales Juan Martin Hermida y Gustavo Kollmann.