"A mi hermano le fue muy mal en esta vida porque terminó siendo secuestrado, asesinado y desaparecido por la Policía Bonaerense", reflexiona Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga.

El adolescente de 16 años vivía en Lomas del Mirador cuando la policía de esa localidad empezó a acosarlo por negarse a robar para la comisaría del barrio. Luciano fue secuestrado por la por efectivos de seguridad el 31 de enero de 2009.

La Justicia determinó que cuatro meses antes, el joven había sido torturado en el destacamento.&nbsp;&nbsp;Su familia comenzó una búsqueda incansable hasta que,&nbsp;en octubre de 2014m encontraron sus restos enterrados como NN en el Cementerio de Chacarita.

<h2>"No lo lloro más"</h2>

"Lo que sí puedo decir es que me endurecieron; no lloro más a mi hermano a pesar de que se me hace un nudo en la garganta cada vez que lo nombro", indicó Vanesa, que desde la desaparición de su hermano se puso al frente del reclamo de justicia.

Las constantes movilizaciones de la familia hicieron posible que en 2015, el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de La Matanza condenara a 10 años de prisión al policía bonaerense Diego Torales por torturar a Luciano.&nbsp;

<h2>"Sacame de acá que me están moliendo a palos"</h2>

Durante el juicio, Vanesa relató los ruegos de su hermano cada vez que ella iba a buscarlo porque la Policía lo detenía sin causa. En una de las instancias del proceso judicial, Vanesa declaró que fue a buscar a Luciano a la comisaría y este le gritó: "Sacame de acá que me están moliendo a palos".&nbsp;

La lucha constante de Orieta logró que Luciano se convierta en un reclamo permanente, una bandera de justicia por los derechos humanos.&nbsp;

<h2>La causa por la desaparición</h2>

La desaparición de Arruga también abrió una causa por "desaparición forzada de persona" contra ocho policías bonaerenses. 

Los acusados fueron&nbsp;los subtenientes Oscar Fecter y Daniel Vázquez de&nbsp;Lomas de Zamora; los subcomisarios Ariel Herrera de Morón y Néstor Díaz de Esteban Echeverría; los oficiales Martín Monte de Pompeya y Damián Sotelo, José Márquez y Hernán Zeliz de Morón.

La Justicia los pasó a disponibilidad en abril de 2010, pero en julio de ese año fueron reincorporados a otras jurisdicciones policiales.​

<h2>La aparición del cuerpo</h2>

Los restos de Luciano fueron encontrados el 17 de octubre de 2014. La pericia oficial indicó que había sido enterrado como NN en el cementerio de Chacarita, después de un supuesto accidente automovilístico.

Sin embargo, la familia mantiene la hipótesis de que a Luciano lo mató la Policía en un acto de violencia institucional y continúan buscando que los acusados sean condenados.&nbsp;

"El único momento que puede provocar alivio en mi vida tendrá que ver con futuras conquistas que tengan que ver con los derechos que puedan acceder otros pibes, simplemente eso", resume Vanesa en su constante reclamo de justicia.&nbsp;

Luciano fue secuestrado por la Bonaerense el 31 de enero de 2009. El relato desgarrador de Vanesa Orieta, su hermana.

Vanesa Orieta recuerda a su hermano a 14 años de que fuera desaparecido y asesinado por la Policía Bonaerense. 


"No lo lloro más": la lucha de la hermana de Luciano Arruga

“Más presente ahora que antes”: la lucha de la hermana de Luciano Arruga

La noche del 31 de enero de 2009, Luciano Arruga fue secuestrado y&nbsp;desaparecido&nbsp;por la Policía Bonaerense. Tenía 16 años y desde hacía meses era perseguido por&nbsp;negarse&nbsp;a robar para&nbsp;dicha fuerza de seguridad. Su familia lo buscó incansablemente, hasta que en octubre de 2014 encontraron sus restos enterrados como NN en el Cementerio de la Chacarita. A 13 años de su&nbsp;desaparición seguida de muerte, siguen reclamando justicia.

<h2>Los hechos</h2>

Luciano vivía en un barrio humilde de Lomas del Mirador y, para ayudar a su familia, salía a cartonear. En 2008 la policía le ofreció robar casas para ellos. Le prometieron liberar la zona y liberarlo rápidamente de prisión en caso de ser detenido, pero Luciano se negó. Su negativa se convirtió en su sentencia de muerte: la bonaerense lo hostigó y persiguió sistemáticamente. En septiembre de aquel año lo detuvieron ilegalmente en el destacamento de Lomas,&nbsp;lo acusaron de&nbsp;un robo que no cometió, lo golpearon y amenazaron de muerte.

En la madrugada del 31 de enero de 2009, un patrullero lo interceptó&nbsp;en la avenida Mosconi, cuando iba a la casa de su madre. Lo requisaron, lo dejaron seguir pero lo siguieron y lo volvieron a parar en la esquina de la plaza que está entre las calles Perú y Pringles. Dos testigos lo vieron subir a la fuerza al patrullero y más tarde otro testigo lo vio atado y ensangrentado tras las rejas del destacamento.

Su madre y su hermana, Mónica Alegre y Vanesa Orieta, recorrieron distintos hospitales, morgues y comisarías buscándolo, aunque sin éxito. Desde aquella madrugada y hasta&nbsp;octubre de 2014 no se supo nada del adolescente de 16 años. En el medio, sus familiares, amigos y organizaciones sociales hicieron decenas de marchas reclamando su aparición con vida.

El 17 de octubre de 2014 los restos de Luciano Arruga fueron identificados&nbsp;en el Cementerio de la Chacarita. Había sido enterrado el 3 de febrero de 2009 como NN, luego de haber sido enviado al hospital Santojanni, en el barrio porteño de Liniers. Había ingresado como atropellado por un auto y operado el 1 de febrero.

<h2>La causa</h2>

Los involucrados en la causa son los entonces subtenientes Daniel Vázquez y Oscar Fecter de Lomas de Zamora,&nbsp;los subcomisarios Néstor Díaz de Esteban Echeverría y Ariel Herrera de Morón,&nbsp;los oficiales Martín Monte de Pompeya y Damián Sotelo, José Marquez y Hernán Zeliz de Morón.&nbsp;El fiscal&nbsp;Carlos Stornelli&nbsp;los pasó a disponibilidad en abril de 2010, pero en julio de ese año fueron reincorporados a la fuerza policial en otras jurisdicciones.&nbsp;Sin embargo, a 13 años del crimen, no hay imputados.

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“La causa sigue en plena investigación pero sin demasiadas novedades.&nbsp;Desde el comienzo se hicieron las cosas mal, eso construyó un camino de impunidad y estamos intentando vencer esos obstáculos” señalaron tiempo atrás desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), organismo querellante en la causa&nbsp;que actualmente se encuentra en el fuero penal y continúa en la etapa de instrucción.
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<h2>Violencia institucional</h2>

El caso de Luciano Arruga no fue&nbsp;un hecho aislado:&nbsp;forma parte del entramado de violencia institucional que desde hace décadas sostiene&nbsp;el accionar represivo por parte de la Policía. Desde la vuelta a la democracia en 1983 hasta la actualidad, se contabilizan más de 200 personas desaparecidas por las fuerzas de seguridad.

Algunos de los casos similares más emblemáticos fueron los de Jorge Julio López, Santiago Maldonado, Miguel Bru o Facundo Astudillo Castro. Los cuatro fueron perseguidos, secuestrados y torturados por alguna de las fuerzas de seguridad estatales que operan en el país.

En 2008 la Policía le ofreció a Luciano Arruga robar casas para ellos, pero se negó. Su negativa se convirtió en su sentencia de muerte. A 13 años de su desaparición seguida de tortura y muerte, no hay un solo imputado.

La Policía le ofreció a Luciano robar para ellos, pero se negó. Esto se convirtió en su sentencia de muerte.

"No lo lloro más": la lucha de la hermana de Luciano Arruga

Luciano Arruga: cómo sigue la causa a 13 años de su desaparición