La tierra se hundió el pasado 30 de diciembre en la ciudad de Ask, Noruega, y provocó el derrumbe y corrimiento de más de 40 viviendas. Siete personas murieron y la policía local continúa con la búsqueda de desaparecidos.

"Primero y principal, mis condolencias con aquellos afectados directamente. Hay muchos que no se han contabilizado aún. Este es un desastre enorme", dijo en declaraciones a la prensa la primera ministra de Noruega, Erna Solberg.

Más de mil personas debieron ser evacuadas por el hundimiento de la superficie. Este tipo de fenómenos es relativamente habitual en la zona. En junio de 2020 ocurrió una tragedia parecida en la región noruega de Alta.

El Rey Harald del país nórdico visitó este domingo la ciudad de Ask y, desde el lugar de los hechos, se pronunció en los medios: "Esto es absolutamente terrible y difícil de expresar en palabras".