COVID-19: ¿Es Deltacrón una nueva variante?
Las autoridades sanitarias de Chipre informaron la detección de 25 casos positivos de coronavirus infectados con una versión combinada entre las variantes Delta y Ómicron, la cual denominaron Deltracrón. El profesor de Biología de la Universidad de Chipre y director del Laboratorio de Biotecnología y Virología Molecular, Leondios Kostrikis, sostuvo que la combinación fue hallada en más pacientes que habían sido hospitalizados tras haber contraído COVID-19 que aquellos positivos no hospitalizados.
Sin embargo, esta nueva cepa genera debate dentro de la comunidad científica, ya que el número de contagios es muy reducido y aún no se puede verificar nada específico. El Dr. Thomas Peacock, especialista en virología del Imperial College de Londres, apuntó que era muy posible que los resultados fueran consecuencia de contaminación cruzada entre distintos exámenes de COVID-19.
"Es muy probable que todas las pruebas fueran realizadas en el mismo secuenciador, en el mismo laboratorio, en el mismo día. Esto pudo provocar un problema de contaminación, algo que ya ha sucedido en el pasado", declaró.
La cepa B.1.640.2
El Instituto Hospitalario Universitario Méditerrannée (IHU) de Marsella detectó una nueva variante de coronavirus: la cepa B.1.640.2. Esta mutación fue hallada en un viajero que regresaba de Camerún y demostró más transformaciones en su genoma que la Ómicron. Las autoridades notificaron que esta cepa tiene en total 46 mutaciones (a diferencia de la Ómicron que tiene 37). Si bien aún no se puede determinar su nivel de transmisibilidad por el acotado número de casos, las organizaciones médicas están en alerta.
Los especialistas franceses especificaron que tampoco se puede rastrear claramente el origen de la cepa, pero que es muy probable que el viajero se haya contagiado en Camerún, país que tiene una tasa de 2,4% de vacunados. Este porcentaje favorece la aparición de nuevas variantes, ya que el virus tiene la oportunidad de desarrollarse a partir de pacientes con las defensas otorgadas por las vacunas y luego expresarse en una nueva mutación en aquellos que no tienen el esquema completo.
¿Cómo se clasifican las variantes de interés según la OMS?
Para que una variante de coronavirus sea clasificada como “de interés”, debe demostrar que está asociada a cambios clave que puedan afectar a la salud pública mundial, como:
- Disminución de la eficacia de las restricciones sanitarias o de los medios de diagnóstico.
- Reducción de la eficacia de las vacunas existentes o tratamientos disponibles.
- Aumento de virulencia.
- Cambio en la presentación de síntomas clínicos de la enfermedad.
- Aumento de la transmisibilidad o cambio perjudicial de la epidemiología del COVID-19.
- Cambios en el genoma de las variantes ya establecidas que puedan escapar a los sistemas de diagnóstico.
¿Cuáles son todas las variantes clasificadas por la OMS?
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Variante Ómicron:
Esta cepa fue reconocida oficialmente en noviembre de 2021 y en menos de un mes se instauró en casi el 40% del mundo. La OMS alertó por la cantidad de mutaciones en su código genético que le permitía tener un alto nivel de transmisibilidad y la habilidad de sortear la respuesta inmunológica generada por algunas las vacunas.
Sus síntomas son:
- Fatiga pronunciada durante varios días
- Dolores musculares
- Tos seca o "picazón en la garganta"
- Fiebre baja
- No se pierde el olfato ni el gusto
- Ritmo cardíaco elevado
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Variante Delta
Detectada por primera vez en India en octubre de 2020, la variante Delta se esparció alrededor del mundo con una alta tasa de virulencia. Los estudios demostraron que era un 60% más contagiosa que la variante Alpha. Los síntomas que provoca son similares al de la gripe común por lo que generalmente es desestimado por aquellos contagiados.
¿Qué problemas genera?
- Mayor riesgo de transmisión y cambio en el esquema de detección
- Cambio en el registro epidemiológico del virus COVID-19
- Incremento o cambio clínico de la presentación clínica de la enfermedad
- Disminución de la efectividad de los protocolos sanitarios y los diagnósticos disponibles
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Variante Gamma
La cepa fue detectada en noviembre 2020 en Brasil, gracias al Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (NIID) en Japón, luego de que cuatro personas que habían viajado al Amazonas presentaran síntomas en Tokio.
En Argentina, la proliferación de esta variante se puso en competencia con la Delta, otra cepa que cobraba fuerza en el momento. “La incógnita es qué va a pasar con la variante Delta. Hace tres meses que el virus está acá y creo que está frenado por un concepto de competencia de depredadores, como que otras variantes como la de Manaos no lo dejan entrar", había explicado a IP el médico infectólogo Luis Camera.
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Variante Lambda
Junto con la cepa Gamma, la variante Lambda despertó gran preocupación dentro del territorio nacional dado que el reporte de contagios mostró su prevalencia. La Lambda fue detectada en Perú en diciembre de 2020, pero fue clasificada solo como “variante de interés” por la OMS.
Los científicos del instituto japonés identificaron una serie de mutaciones en la proteína pico de este tipo de coronavirus, lo que la hace altamente resistente a las primeras dosis de las vacunas y permite la neutralización de los anticuerpos.
Sin embargo, desde la OMS se tranquilizó a la población a través de los reportes de contagiosidad: “Lo que vemos en el caso de la variante Lambda es que no parece despegar cuando se reporta en un país, incluso en Perú, donde se detectó por primera vez”, explicó María Von Kerkohve, jefe de la célula técnica anticovid de la OMS.
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Variante Beta
Esta cepa fue detectada por primera vez en Sudáfrica en mayo de 2020 y fue una de las primeras variantes que ganó suficiente notoriedad para distinguirse del primer patrón genético de COVID-19. La mutación se detectó principalmente en Australia, Reino Unido, Brasil y Costa Rica.
El departamento de Salud de Sudáfrica demostró que esta mutación tenía más prevalencia de contagio en los más jóvenes sin ningún tipo de comorbilidad, ya que la infección proveía una evolución más agresiva frente al sistema inmunológico.
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Variante Alpha
La primera vez que se detectó esta cepa fue en Reino Unido en septiembre de 2020 y predominó en Europa. Sus síntomas más habituales son la fiebre, la tos seca, la fatiga generalizada y la pérdida del sentido del olfato o del gusto. En menor medida, algunos pacientes también reportaron erupciones cutáneas o pérdida de color en los dedos de manos o pies. Los síntomas graves son la dificultad para respirar o sensación de falta de aire, el olor o presión en el pecho, y la incapacidad para hablar o moverse.