En marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente como pandemia el brote masivo de COVID19. El virus puso en jaque a todo el mundo: se cerraron los parques de diversiones, museos, centros de compras, cines y teatros. Se cancelaron los partidos de fútbol profesional, todo tipo de eventos y las clases escolares pasaron a ser virtuales.
Los contagios se replicaban a gran velocidad, no se conocían tratamientos efectivos contra la enfermedad, no existían vacunas para prevenirla y los sistemas sanitarios de la mayoría de los países colapsaron. Las fotos del personal de salud agotado, de las largas filas para hisoparse, de los hospitales desbordados y de las calles vacías ocuparon la primera plana de los diarios del mundo.
Barbijos, alcohol en gel, higiene de manos, distanciamiento social y saludos con los puños pasaron a ser la normalidad desde marzo de 2020. Gran parte del mundo entró en una crisis económica de la que hoy, dos años después, todavía cuesta salir. En Argentina, el Congreso comenzó a sesionar de forma remota y, a través de esa modalidad, se aprobaron proyectos para dictar la prohibición de cortes de servicios esenciales y de desalojo en alquileres por falta de pago.
Pese a que gran parte de la sociedad mundial coincidió en la necesidad de "quedarse en casa" para evitar contagios de COVID-19, hubo grupos anticuarentena que reclamaron en las calles el fin del confinamiento. El malestar social por el encierro creció al igual que crecían los contagios y los Gobiernos debieron empezar a aplicar medidas de flexibilización, fundamentalmente para comenzar a reactivar la economía.
Vacunación contra el COVID-19
En diciembre de 2020 llegaron a Argentina las primeras vacunas contra el COVID-19. Un avión de Aerolíneas Argentinas aterrizó en Ezeiza el 24 de diciembre con un cargamento de 300 mil dosis de Sputnik V. La inmunización comenzó por el personal estratégico y de salud, luego siguió por las personas de riesgos, docentes y personal de seguridad, hasta extenderse hacia todos los grupos poblacionales.
Actualmente, según los datos del Ministerio de Salud de la Nación, 40.545.576 personas recibieron al menos la primera dosis, mientras que 36.776.985 de personas completaron el esquema de vacunación con dos dosis. Rápidamente, nuestro país llegó al puesto 14 con más personas inmunizadas.
Argentina se convirtió en el primer país de Latinoamérica en fabricar la vacuna Sputnik V contra el COVID-19, a través del laboratorio Richmond, ubicado en la localidad bonaerense de Pilar. Además, llegaron vacunas de AstraZeneca, Sinopharm, Moderna y Pfizer y se avanzó de forma favorable con la inmunización pediátrica.
Las cifras de la pandemia
A dos años del inicio de la pandemia, el COVID-19 pudo ser controlado gracias al trabajo de los médicos y científicos. De todas formas, el virus no fue erradicado y la población mundial aún no está inmunizada en su totalidad.
En Argentina, se contabilizaron un total de 8.990.413 contagios de coronavirus y 127.363 personas murieron a causa de la enfermedad. Además, se aplicaron un total de 95.554.597 de vacunas, entre primeras, segundas y terceras dosis.