Las energías renovables plantean un nuevo panorama a la hora de entender la protección del medioambiente como una necesidad del Siglo XXI. En este contexto, la energía solar es una opción viable limpia y eficiente para satisfacer nuestras necesidades energéticas actuales y futuras.
La misma, no produce gases de efecto invernadero, lo que ayuda a reducir el impacto del cambio climático y a mejorar la calidad del aire.
Además, reduce la dependencia de los combustibles fósiles generando ahorro de dinero a largo plazo y lleva energía a áreas remotas o en desarrollo que no tienen acceso a la red eléctrica.
Energía solar en los hogares
La utilización de la energía solar en los domicilios trae múltiples beneficios económicos y ambientales. "Hablamos de generación distribuida de energías renovables cuando la generación de energía se hace en el mismo sitio donde está la demanda. Esto puede ser una industria, una pyme y también un edificio o casa particular", explicó el ingeniero especialista en energías renovables, Agustín Rosso.
Así, una vivienda puede colocar sus propios paneles solares y en caso de que le sobre, venderla al Estado.
"En Argentina tenemos un marco regulatorio específico que es la Ley 27.424 que refiere a la generación distribuida de fuentes renovables. Dentro de la solar, la más común es la fotovoltaica que es muy modular y se puede utilizar tranquilamente en los domicilios", destacó Rosso.
El ahorro en el domicilio particular
Por otra parte, el ingeniero destacó la colocación de paneles solares en las casas como una inversión que reduce los costos de la boleta de luz.
"Hay que pensar en los paneles solares como una inversión. Es parecido a un gasto de obra pero que a largo plazo impacta en una baja de la factura eléctrica", explicó Rosso.
Además, el especialista agregó que existen unos 1200 usuarios generadores en nuestro país y que ingresan más del doble de usuarios nuevos en promedio anual.