Al menos 75 presos murieron y hubo ocho heridos fueron reportados oficialmente, luego de una serie de motines simultáneos registrados en tres centros penitenciarios de Cuenca, Cotopaxi y Guayaquil, Ecuador. El presidente Lenín Moreno aseguró que detrás de los enfrentamientos hay “organizaciones criminales”. El director del Sistema Penitenciario, Edmundo Moncayo, atribuyó la escalada de violencia a una pugna de poder entre dos bandas, recrudecida tras el asesinato de uno de sus líderes después de recobrar la libertad.
Grupos especiales de la policía entraron en los centros para contener la violencia interna. A su vez el Ministerio de Defensa informó que convocó divisiones especiales de las Fuerzas Armadas, que fueron desplegadas en el perímetro de los llamados “centros de rehabilitación”. En estos tres establecimientos se acumula el 70% de la población carcelaria del país, con 38 mil internos pertenecientes a algún tipo de banda dentro de las prisiones